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Las Emociones del Profeta Hacia sus Esposas

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9058 2013/11/13 2024/03/28

 

Las Emociones del Profeta Hacia sus Esposas 


 

Mirando atentamente a la biografía del Profeta – paz y bendiciones sean con él – encontrará que tenía gran respeto por sus esposas y les prestaba mucha atención, cuidado y amor.

  

Él era el mejor ejemplo de los modales ideales hacia la mujer. Él consolaba a sus esposas, secando sus lágrimas, respetando sus emociones, escuchando sus palabras, atendiendo sus quejas, aliviando su tristeza, realizaba picnics con ellas, jugaba con ellas, toleraba su abandono, hablaba los asuntos con ellas, guardaba su dignidad, apoyándolas en las emergencias, declarando su amor por ellas y era muy feliz con ese amor. Aquí están algunos atractivos ejemplos  y brillantes momentos en su vida:

 

Conociendo Sus Sentimientos  

El Profeta – paz y bendiciones sean con él – dijo a  Aisha – que Allah esté complacido con ella: "Sé bien cuando estás contenta o enojada conmigo. Aisha respondió: ¿Cómo lo sabes? Él dijo: cuando estás satisfecha conmigo me juras diciendo "por el Dios de Mohammad", pero cuando estás enfadada juras diciendo "por el Dios de Ibrahim". Ella dijo: tienes razón, suprimo tu nombre. En otra narración del mismo hadiz  terminó diciendo: "no, por el Dios de Ibrahim".


Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Muslim –Fuente: al-Musnad al-Sahih – página o número: 2439

 

 

Comprendiendo su Amor y sus Celos

 

Um Salama – que Allah esté complacido con ella – narró: Trajo comida en un plato de los suyos al Profeta – paz y bendiciones sean con él – y a sus compañeros. Viendo eso, Aisha vino sosteniendo una herramienta y rompió el plato por celos. Comprendiendo la situación, el Profeta tomó las dos mitades del plato y dijo a sus compañeros: coman, son sólo los celos de su madre, entonces el Profeta tomó el plato de Aisha y se los dio a Um Salama y el plato de Um Salama se lo dio a Aisha.

Narrado por: Um Salama – grado: correcto – Reportado por: al-Albani –fuente: Sahih al-Nasa'i – página o número: 3966

 

 

Entender su Psicología y  Naturaleza


El Profeta – paz y bendiciones sean con él- dijo: "Traten a las mujeres amablemente, se crearon de una costilla y la parte más corrupto de la costilla es la parte más alta. Así que, si intentas rectificar la costilla se quebrará y si dejas la costilla como es, seguirá torcida, y las mujeres son así; por lo tanto trátenlas amablemente".

Narrado por: Abu Huraira – grado: correcto – Reportado por: Al-Bujari – Fuente: Al-Jame' Al-Sahih – página o número: 3331

 

Este hadiz no es para desacreditar a las mujeres, como lo entiende la gente en general, por el contrario, es para enseñar y educar a los hombres. Por otra parte, esta tradición expresó la comprensión exacta de la naturaleza de las mujeres e indica la posibilidad de dejar a la mujer como es en las cosas permitidas pero guiarla si ella excedió los límites permisibles, como cometer pecados o descuidar sus deberes.

 

Quejarse y Consultar con Ellas


El Profeta – paz y bendiciones sean con él – consultó a sus esposas en cuestiones muy delicadas e importantes, como consultó con su esposa Um Salama – que Allah esté complacido con ella – respecto al tratado de Al-Hudaibia. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – había escrito un tratado entre él y los politeístas de Quraish en la región de Al-Hudaibia, en el año de hudaibia y dijo a sus compañeros: vayan a sacrificar y aféitense, pero nadie respondió. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – lo repitió tres veces, pero aún así nadie le respondió. Entonces el Profeta – paz y bendiciones sean con él – fue a Um Salama y le dijo al respecto. Al oir esto, Um Salama dijo: Oh Profeta de Allah, sólo ve y no hables con nadie hasta que hayas sacrificado y te hayas afeitado. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – salió y no habló a nadie hasta que él hizo lo mismo. Viendo esto, los compañeros fuero a realizar sacrificios y comenzaron a afeitarse mutuamente.

Narrado por: Um Salama Hind Bint Abi Umayiah – grado: sucesivo – Reportado por: Ibn Jarir Al-Tabari – Fuente: Tafsir Al-Tabari – página o número: 2/293

 

Demostrando su Amor y Lealtad Hacia ellas


El Profeta – paz y bendiciones sean con él – dijo a Aisha en largo haiz de Um Zara' narrado por al-Bujari: En mi amor y mi lealtad hacia ti, soy como como Abi Zara' y Um Zara "Aisha respondió: tú eres más querido para mí que mi padre y mi madre, tú eres aún más leal y cariñoso que Abi Zara' a Um Zara’ ".

Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Al-Bujari –Fuente: Al-Jame' Al-Sahih – página o número: 5189

 

 

Eligiendo los Mejores Apodos


El Profeta – paz y bendiciones sean con él – llamaba Aisha o Aish (apodo de Aisha), Yibril /Gabriel (el ángel de la revelación) te envía saludos. Aisha dijo: que la paz y las bendiciones sean con él, tú (el Profeta) ves lo que yo no puedo ver. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – llamaba a Aisha "al-humairaa" (es decir, mujer de piel blanca con mejillas sonrojadas).

Narrado por: Aisha – grado: buena atribución – Reportado por: Ibn Hijer Al-Asqalani – Fuente: Fateh Al-Bari De Ibn Hijer – página o número: 2/515

                            

Comía y Bebía con ellas


Aisha – que Allah esté complacido con ella – dijo: cuando bebo agua de un vaso mientras estoy en período menstrual y doy el vaso al Profeta – paz y bendiciones sean con él – bebe del mismo lugar que tocó mi boca. Una vez, durante mi menstruación, cuando estaba comiendo un trozo de carne y le di algo al Profeta – paz y bendiciones sean con él – y el Profeta puso su boca en el mismo lugar que yo había comido.

Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Muslim –Fuente: Al-Musnad Al-Sahih – página o número: 300

 

No se Quejaba de sus Condiciones


Aisha – que Allah esté complacido con ella – dijo: Yo estaba peinando el pelo del Profeta – paz y bendiciones sean con él – estando en período menstrual.

Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: al-Bujari –Fuente: Al-Jame' Al-Sahih – página o número: 295

 

 

Se Reclinaba y Dormía en sus Regazos


Aisha – que Allah esté complacido con ella – dijo: el Profeta – paz y bendiciones sean con él – se reclinaba en mi regazo y leía el Quran mientras yo estaba en mi periodo menstrual.

Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: al-Bujari – Fuente: Al-Jame' Al-Sahih – página o número: 297

 

Iba de Picnincs con ellas y las Acompañaba


El Profeta – paz y bendiciones sean con él – sorteaba entre sus esposas cuando quería salir de paseo. Una vez, el Profeta sorteó entre sus esposas y el sorteo le tocó a Aisha y Hafsa juntas. Por la noche, el Profeta caminaba con Aisha y habla con ella. Sabiendo eso, Hafsa le dijo Aisha: ¿por qué no montas mi camello y yo monto el tuyo y vemos qué pasa? Aisha respondió: de acuerdo. Entonces Aisha montó el camello de Hafsa mientras Hafsa montó el camello de Aisha. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – fue entonces al camello de Aisha mientras Hafsa lo montaba, la saludó y caminaron juntos hasta que bajó. Viendo que, Aisha sintió celos y trató de poner su pierna entre la hierba del limón y dijo: Oh mi Señor, envía un escorpión o una víbora a picarme, este es tu Profeta y no puedo decirle nada.

Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Muslim – Fuente: Al-Musnad Al-Sahih – página o número: 2445

 

 

Ayudándolas en sus Tareas Domésticas

Se le preguntó a Aisha – que Allah esté complacido con ella –sobre las costumbres del Profeta en su casa; ella respondió: me ayudaba en  los quehaceres familiares y cuando oía el llamado a la oración salía.


Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: al-Bujari – Fuente: Al-Jame' Al-Sahih – página o número: 5363

 

Dependiendo de sí mismo para aliviarlas


Le fue preguntado a Aisha – que Allah esté complacido con ella –sobre las costumbres del Profeta – paz y bendiciones sean con él – en su casa; ella respondió: lavaba su ropa, ordeñaba su oveja y se servía a sí mismo.

Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Al-Albani–Fuente: Sahih Al-Jame' – página o número: 4996

Dijo también: cose su ropa, limpia sus zapatos y hace lo que los hombres generalmente hacen en sus hogares.

Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Al-Albani – Fuente: Sahih Al-Jame' – página o número: 4937

 

Toleraba por su felicidad


Aisha narró que Abu Baker – que Allah esté complacido con ellos – entró a la casa del Profeta – paz y bendiciones sean con él – mientras que dos niñas estaban tocando la pandereta y cantando y mientras el Profeta – paz y bendiciones sean con él – estaba recostado y se cubría con sus ropas. Viéndolo, el Profeta descubrió su cara y le dijo: Oh Aba Baker o déjalas continuar, estos son los días del Eid (festival). Esos días eran los días de Minna y el Profeta – paz desciendan sobre él – estaba en Medina.

Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Al-Albani – Fuente: Al-Sahih An-Nasa’i – página o número: 1596

 

Las trataba justamente cuando se enojaban


Una vez, Aisha estaba enojada con el Profeta – paz y bendiciones sean con él – entonces, le dijo: ¿aceptas a Abu Obaida Bin Al-Jarrah como juez entre nosotros? Ella respondió: no, este hombre no emitirá un juicio contra usted en mi favor. Él dijo: ¿aceptas a Omar como juez? Ella respondió: yo le temo a Omar. Él dijo: ¿aceptas a Abu Baker (su padre). Ella respondió: Sí lo acepto.

 

Las calmaba cuando estaban en pánico


El Profeta – paz y bendiciones sean con él – ponía su mano sobre el hombro de su esposa cuando ella estaba enojada y decía: "Oh Allah, perdona sus pecados, alivia su corazón del enojo y protegerla de la angustia".

 

Daba regalos y mostraba afecto a sus amistades


Aisha – que Allah esté complacido con ella – dijo: no he estado celosa de cualquier mujer más que Khadijah, a pesar de no verla. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – estaba sacrificando ovejas y dijo: envíen esto a las amigas de Khadijah. " Un día le hice enojar; le dije: ¿por qué Khadijah?! El Profeta – paz y bendiciones sean con él- dijo: "Yo estaba cubierto de su amor". Otra narración de este hadiz finaliza la historia de las ovejas sin el resto.


Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Muslim – Fuente: Al-Musnad Al-Sahih – página o número: 2435

74712-cuando sacrificó la oveja dijo: envíalo a los amigos de Khadijah.
Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Al-Albani – Fuente: Sahih Al-Jame' – página o número: 4722



Las elogiaba y les agradecía


El Profeta – paz y bendiciones sean con él – dijo: el rango de Aisha con respecto a las otras mujeres es como el rango de las gachas de avena con respecto a los otros alimentos.


Narrado por: Anas Bin Malek – grado: derecha – Reportado por: Muslim – Fuente: Al-Musnad Al-Sahih – página o número: 2446

 

Se sentía feliz cuando ellas estaban felices

Aisha – que Allah esté complacido con ella – narró que estaba jugando con las muñecas cuando estaba con el Profeta – paz y bendiciones sean con él. Agregó: mis amigas venían a visitarme y se sentían tímidas del Profeta – paz y bendiciones sean con él – pero él las dejaba estar conmigo. En otra narración en el hadiz narrado por Yarir: estaba jugando con las muñecas mientras estaba en su casa.


Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Muslim – Fuente: Al-Musnad Al-Sahih – página o número: 2440.

 

Estaba complacido cuando ellas estaban contentas


Aisha – que Allah esté complacido con ella – dijo: una vez, el Profeta – paz y bendiciones sean con él – vino de una batalla y había una cubierta para mis muñecas en mi habitación. El viento destapó a las muñecas. Viendo que el Profeta dijo: ¿Qué es esto? Ella respondió: mis hijas. Él dijo: ¿Qué es eso entre ellas? Ella respondió: es un caballo. Él dijo: ¿Qué es esta cosa en el caballo? Ella respondió: son dos alas. Él dijo: ¡un caballo con dos alas!! Ella respondió: ¿no has oído que Sulaiman Bin Dawood – la paz sea con ellos – tenía caballos con alas? El Profeta se echó a reír hasta que sus molares podían verse.


Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Al-Albani – Fuente: Ghayat Al-Maram – página o número: 129

 

Expresaba su amor por ellas


Aisha – que Allah esté complacido con ella – dijo: no he estado celosa de cualquier mujer más que Khadijah, a pesar de no verla. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – estaba sacrificando ovejas y dijo: envíen esto a las amigas de Khadijah. " Un día le hice enojar; le dije: ¿por qué Khadijah?! El Profeta – paz y bendiciones sean con él- dijo: "Yo estaba cubierto de su amor". Otra narración de este hadiz finaliza la historia de las ovejas sin el resto.


Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Muslim – Fuente: Al-Musnad Al-Sahih – página o número: 2435

 

Teniendo en cuenta sus mejores modales 


"…el marido fiel no debe odiar a su fiel esposa, porque si odia cierta manera de su carácter, entonces él no debe olvidar los otros buenos modales en su personalidad."
Narrado por: abu huraira – grado: correcto – Reportado por: Muslim – Fuente: Al-Musnad Al-Sahih – página o número: 1469

 

Guardando su privacidad 


"…el peor rango para un hombre en el día del juicio es el rango del hombre que duerme con su esposa y luego revela su intimidad".


Narrado por: Abu Said Al-Judri – grado: derecha – Reportado por: Muslim – Fuente: Al-Musnad Al-Sahih – página o número: 1437

 

Abstenerse de golpearlas o abusar de ellas 


"El Profeta – paz y bendiciones sean con él – nunca golpeó a ninguna mujer, ningún funcionario, ni nada en su mano aparte de luchar en el camino de Allah el Todopoderoso. No tomaba venganza de alguien que  lo dañaba, excepto cuando no se cumplían las órdenes de Allah el Todopoderoso, en cuyo caso, él tomaba venganza. "


Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Muslim – Fuente: Al-Musnad Al-Sahih – página o número: 2328

 

Las consolaba y secaba sus lágrimas 


Safiah – que Allah esté complacido con ella – estaba viajando con el Profeta – paz y bendiciones sean con él – y era su día. Ella era lenta al caminar. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – la recibió mientras ella estaba llorando y diciendo: me diste un camello lento. Viendo esto, el Profeta – paz y bendiciones sean con él – secó sus lágrimas con sus manos y la consoló. Narrado por An-Nasai.

 

Ponía el bocado en su boca


El Profeta – paz y bendiciones sean con él dijo: "si gastas algo en busca del placer de Allah Todopoderoso, aun si pones un bocado en la boca de tu esposa, Él te promoverá te a un grado más alto en el Paraíso."


Narrado por:--– grado: correcto – Reportado por: Ibn Taymiyyah – Fuente: Majmou' Al-Fatawa – página o número: 10/31



Cumpliendo con sus necesidades 

"Oh Profeta de Allah, ¿cuáles son los derechos de mi esposa? Dijo: aliméntala cuando comas, vístela cuando te vistas, no la golpees en la cara, no abuses de ella y no la abandones, salvo en la casa."

 
Narrado por: mu'awiah bin al-haida-qushairi – grado: indicado en la introducción como "correcto" en virtud de las normas de algunos narradores – Reportado por: Ibn Daqiq Al-Eid – Fuente: Al-Elmam – página o número: 2/655

 

Confiaba en ellas


El Profeta – paz y bendiciones sean con él –prohibió a los hombres golpear la puerta de sus familias durante la noche tratando de acusarlos de traición o seguir sus errores. En otra narración, no mencionó "tratando de acusarlos de traición o seguir sus errores".


Narrado por: Abdullah Bin Jaber – grado: derecha – Reportado por: Muslim – Fuente: Al-Musnad Al-Sahih – página o número: 715

Recordarlas y cuidar de ellas


El Profeta – paz y bendiciones sean con él – visitaba a sus once esposas dentro de un corto período de tiempo, de noche o de día. Le dije a Anas: ¿él soportaba eso? Anas dijo: él tenía el poder de treinta hombres.


Narrado por: Anas Bin Malek – grado: correcto – Reportado por: al-Bujari – Fuente: Al-Jame' Al-Sahih – página o número: 268

 

Las respetaba durante la menstruación


El Profeta – paz y bendiciones sean con él – hacía el amor con sus esposas por encima del taparrabo durante la menstruación.


Narrado por: Maimona Bint Al-Hareth – grado: derecha – Reportado por: Muslim – Fuente: Al-Musnad Al-Sahih – página o número: 294

 

Las acompañaba en los viajes


El Profeta – paz y bendiciones sean con él – solía sortear entre sus esposas cuando quería viajar y luego llevaba a quien ganaba. Él echó suertes entre nosotras en una de sus batallas y fui yo quien ganó; por lo tanto, me fui con el Profeta – paz y bendiciones sean con él – después de la revelación del verso de al-Hiyab (velo).

 
Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: al-Bujari – Fuente: al-Jame' Al-Sahih – página o número: 2879

 

Corriendo y jugando con ellas


Aisha – que Allah esté complacido con ella – narró que ella acompañaba  al Profeta – paz y bendiciones sean con él – en viajes mientras que ella era una joven. Ella dijo, aún era delgada. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – dijo a sus compañeros que siguieran adelante. Se fueron adelante. Entonces me dijo: Ven, quiero correr una carrera contigo. Empezamos la carrera y gané. Después de un período de tiempo, me fui de viaje con él y le dijo a sus compañeros que siguieran adelante. Los compañeros se fueron adelante y entonces me dijo: Vamos a correr una carrera. En ese momento, se me olvidó la carrera anterior y estaba gorda. Le dije: ¿Cómo podemos correr mientras estoy en esta condición? (gorda). Él respondió: lo harás. Luego empezamos la carrera y ganó. Luego rió y dijo: esto es por la (carrera) anterior.


Narrado por: Aisha – grado: catalogado como correcto – Reportado por: Al-Albani – Fuente: Adab Al-Zafaf – página o número: 204

 

Eligiendo los mejores apodos para ellos


Aisha – que Allah esté complacido con ella – le dijo al Profeta – paz y bendiciones sean con él: Oh profeta de Alá, todas sus esposas tienen apodos excepto a mí. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – respondió: toma el nombre de tu hijo Abdullah (es decir, Abdullah Bin Al Zubair), tu apodo ahora es Um Abdullah. Se dice que: ella fue llamada Um Abdullah hasta que murió, aunque ella ha nunca había tenido hijos.


Narrado por: Orwa Bin Al-Zubair – grado: correcto – Reportado por: Al-Albani – Fuente: Al-Silsila Al-Sahiha – página o número: 1/255

 

Compartía la felicidad y la alegría con ellas


Aisha – que Allah esté complacido con ella – narró: por Allah el Todopoderoso, vi al Profeta – paz y bendiciones sean con él paz – que está parado en la puerta de mi cuarto y la los Habashi estaban jugando con sus bayonetas en la mezquita del Profeta – paz y bendiciones sean con él paz – él me cubría con sus ropas de modo que yo podía verlos jugando y me esperó hasta que termine por mi propia voluntad. Entonces, traten de considerar los deseos de las jóvenes, pues les gusta jugar.


Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Muslim  – Fuente: al-Musnad Al-Sahih – página o número: 892

116691 - Aisha narró: vi el Profeta – paz y bendiciones sean con él – en la puerta de mi cuarto y los Habashi estaban jugando en la mezquita y el Profeta – paz y bendiciones sean con  él – me cubría con su vestimenta para que pudiese verlos jugar. 
Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: al-Bujari – Fuente: al-Jame' Al-Sahih – página o número: 454

 

Difundía la felicidad en su casa


Aisha – que Allah esté complacido con ella – narró: una vez, Sauda nos visitó y el Profeta – paz y bendiciones sean con él – se sentó entre nosotras, una pierna en su regazo y la otra en el mío. Entonces, hice Jazira (comida) y le dije: come! Ella se negó. Le dije: Si no comes mancharé tu cara con Jazira, pero ella insistió en no comer; por lo tanto, puse la mano en la Jazira y manché su cara. Viendo esto, el Profeta – paz y bendiciones sean con él – se rió y dio su parte de Jazira a Sauda y le dijo, mancha su cara; Entonces, Sauda manchó mi cara, y el Profeta – paz y bendiciones sean con él – se rió. A continuación, Omar – Allah esté complacido con él – pasó y preguntó por Abdullah. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – pensó que entraría, pero Omar nos dijo: lávense la cara. Aisha dijo: desde entonces, sigo temiendo a Omar, debido al respeto del Profeta hacia él.


Narrado por: Aisha – grado: Bueno – Reportado por: Al-Albani – Fuente: Al-Al-Silsila Al-Sahiha – página o número: 7/363

 

Amaba y respetaba a sus familias 

El Profeta – paz y bendiciones sean con él – nombrado Amer Bin Al-Aas como líder en la batalla de Zat Al-Salasil. Sintiendo el amor del Profeta, Amer le preguntó al Profeta: ¿quién es el más querido para ti? Respondió: (Aisha), Amer dijo: es decir, de los hombres: contestó: (su padre), Amer dijo: Entonces, ¿quién? El profeta contestó: (Omar), entonces el Profeta mencionó varios hombres; entonces, Amer guardó  silencio para no ser el último de ellos.


Narrado por: Abu Othman Al-Nahdi – grado: correcto – Reportado por: al-Bujari – Fuente: Al-Jame' Al-Sahih – página o número: 4358

 

Guardaba su dignidad durante experiencias penosas


Aisha – que Allah esté complacido con ella – narró: cuando el Profeta – paz y bendiciones sean con él – quería viajar, sorteaba entre sus esposas y quien ganaba le acompañará. En la batalla de Bani Al-Mustaleq, yo gané el lote y viajé con él. Las mujeres comían comida ligera y evitaban la carne para moverse con facilidad. Estaba sentada en mi howdah cuando bajamos para descansar y cuando partimos me llevaron en mi howdah y la pusieron en la parte posterior del camello y luego la sujetaron con cuerdas para seguir adelante otra vez.


Cuando el Profeta – paz y bendiciones sean con él – terminó dicho viaje, regresó a Medina. Al acercarse a Medina, se bajó y tomó un breve descanso durante la noche. Después de eso, se les dijo a las personas que continuaran caminando y se prepararon para continuar, mientras fui a responder al llamado de la naturaleza y tenía un collar en el cuello. Cuando terminé, collar se me cayó del cuello y no me acordé hasta llegar al lugar de mi equipaje. En aquel momento, la gente comenzó a partir, cuando volví al lugar buscando el collar hasta que lo encontré. Entonces, la gente que tomó mi camello para el descanso volvieron a poner el howdah sobre el camello pensando que yo estaba dentro, como de costumbre y siguieron caminando. Volví al campamento y las personas no estaban allí.

 

Todos ellos se habían ido. Al ver esto, me cubrí con mi vestido y me senté en mi lugar, para que cuando me echaran de menos pudiesen volver y encontrarme allí. Mientras estaba ahí (sentada), Safwan Bin Al-Mu'atel Al-Sulami pasó cerca de mí, pues el se había retrasado por responder el llamado de la naturaleza. Él vio mi ropa negra y se acercó a mí – él me conocía antes de la revelación del verso del hiyab (velo) – y dijo: "de Allah pertenecemos y hacia él es nuestro regreso.” ¿La esposa del Profeta está aquí? Entonces yo me cubría con mi vestimenta. Él dijo: ¿por qué te has retrasado? No dije nada. Luego trajo el camello cerca de mí y dijo: monta. Regresó un poco. Entonces monté el camello y dirigió el camello hacia la caravana pero no les alcanzó y que no nos echaron de menos hasta la mañana cuando se detuvieron para descansar. Entonces, vieron al hombre guiando el camello que monté. En ese momento, un grupo de personas habían fabricado una historia y comenzaron a difundir rumores que cometimos adulterio y todo el campamento estaba confundido mientras yo no sabía nada sobre el asunto.


Luego llegamos a Medina y estaba muy enferma y nadie me decía lo que estaba sucediendo. Entonces el asunto llegó a mi padre y al Profeta – paz y bendiciones sean con él – y nadie me dijo nada. Entonces yo no estaba satisfecha con el tratamiento del Profeta hacia mí mientras estaba enferma, porque cuando entró en mi habitación mientras que mi madre me estaba cuidando, dijo: ¿Cómo estás? Y no dijo nada más. Viendo eso, me sentí furiosa por su frialdad y le dije: ¿puedo ir con mi madre? Él respondió: no hay problema. Luego fui con mi madre y no sabía nada sobre el asunto. Unos veinte días más tarde me recuperé. En nuestra época, no teníamos baños como los no árabes. Los odiábamos. Íbamos a los espacios libres en Medina y las mujeres salían cada noche para aliviar la naturaleza. Cierta noche, salí con Um Mustah para aliviar la naturaleza.


En el camino, se tropezó con su ropa y dijo: ¡Ay de mi hijo Mustah!. Le dije: no es bueno hablar así de un hombre como tu hijo, que es uno de los inmigrantes y ha sido testigo de la batalla de Bader. Um Mustah dijo: ¿no sabes las noticias recientes? Le dije: ¿Qué pasó? Me dijo sobre los rumores hechos por el pueblo que cometí adulterio. Le pregunté: ¿eso es lo que pasó? Ella dijo: Sí. Al escuchar eso, no pude ni siquiera aliviar la naturaleza y volví a casa. Seguí llorando hasta que sentí que mi hígado estallaría. Le dije a mi madre: toda la gente hablando mal de mí, ¿por qué usted no me mencionó esto? Mi madre me dijo: mi querida hija, no te preocupes. Esto suele suceder a cualquier mujer hermosa amada por su esposo, quien tiene otras esposas, porque las otras esposas y la gente hablan mucho sobre ella por sus celos. El Profeta – paz y bendiciones sean con él –luego pronunció un sermón a la gente – del cual no supe.


Él dijo: "Oh, gente, ¿por qué un grupo está hablando mal de mi familia y dicen mentiras acerca de ellos? Juro por Allah el Todopoderoso que mi esposa es buena y casta. Además, también hablaron mal de un hombre que es honesto. Ese hombre no entró mi casa excepto en mi compañía " La audiencia, en la que había algunos hombres de la tribu al-Jazrach y Abdullah Bin Ubai se enojaron y el asunto se complicó después de lo que fue dicho por Mustah y Hamna Bint Yahsh, la hermana de Zainab Bint Yahsh, la esposa del Profeta, paz y bendiciones sean con él – porque ella era la única mujer que competía con mi rango por el Profeta. Zainab habló sólo sobre mí pero su hermana Hamna esparció rumores malos de mí. Cuando el Profeta – paz y bendiciones sean con él – pronunció el sermón antes mencionado, Usaid Bin Khudair dijo: Oh profeta de Allah, si (la gente que habló mal de tu familia) son de la tribu Al-Aws les mataremos y si son de nuestros hermanos de la tribu al-Jazrach, ordena y les cortaremos sus cuellos. Al escuchar eso, Saad Bin Obada (jefe de la tribu al-Jazrach, que era considerado de los hombres justos) dijo enojado: juro por Allah que estás mintiendo, no vamos a permitir que cortes sus cuellos, acabas de decir eso porque sabes bien que (quien habló mal sobre la familia del Profeta) son de la tribu al-Jazrach, y si fueran de tu tribu no hablarías así de ellos. Usaid respondió: te lo juro por Allah que tu eres el mentiroso, eres un hombre hipócrita defendiendo a la gente hipócrita. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – bajó de su stand y llamó a Ali Bin Abi Taleb y Osama Bin Zaid – que Allah esté complacido con ellos – para consultarlos.


Osma habló bien y dijo: Oh profeta de Allah, es tu familia y no sabemos nada más bien sobre ellos y estos rumores son mentiras y falsedades. Ali dijo: Oh profeta de Alá, las mujeres son muchas, puedes casarte otra vez y puedes preguntarle a su criada, ella no va a mentir. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – llamó a Barira (la criada) y le preguntó sobre el asunto. Ali la golpeó severamente diciendo: di la verdad al Profeta! La doncella dijo: juro por Alá que no sé nada pero cosas buenas de Aisha, salvo que cuando amaso y le digo que cuide la masa,  ella duerme y se olvida y las ovejas vienen y se la comen!
Aisha dijo: el Profeta – paz y bendiciones sean con él – entró a mi cuarto mientras que mis padres estaban conmigo. También había una mujer de al-Ansar (la gente que apoyaban al Profeta) llorando conmigo. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – se sentó, Allah alabado entonces dijo: Oh Aisha, ¿sabes lo que la gente está diciendo?, se piadosa y si cometes algo de lo que dicen, sólo arrepiéntete a Allah. Allah acepta el arrepentimiento. Al escuchar eso, no encontré lágrimas en mis ojos (ante mi asombro del discurso del Profeta) y esperaba que mis padres respondieran en mi nombre, pero no lo hicieron. Yo esperaba que el Profeta – paz y bendiciones sean con él – vería un sueño probando mi inocencia, pero no esperaba que mi rango era tan elevado, al punto de que Allah el Todopoderoso revelará un verso probando mi inocencia. ¿Les dije a mis padres: no pueden contestarle al Profeta de Allah? Ellos respondieron: no sabemos qué decir. El asunto era muy difícil para la familia de Abu Baker.


Aisha dijo: en esa penosa situación, la familia de mi padre, Abu Baker, sufrió más de lo que nadie podía soportar. Aisha dijo: cuando mis padres no respondieron, yo empecé a llorar y dije: juro por Allah que no me arrepentiré de lo que dices en absoluto porque si reconozco lo que está diciendo la gente – aunque soy inocente – estaría diciendo algo que no sucedió y si lo niego, no vas a creer. Luego traté de recordar el nombre del Profeta Yaqoub (Jacobo), pero fue en vano, entonces dije: te diré como el padre de Yusuf: {para mí la paciencia es más apropiada: contra lo que vosotros afirmáis, es Alá (solamente) cuya ayuda se puede buscar}. Luego vino la revelación al Profeta – paz y bendiciones sean con él - y le puse una almohada bajo la cabeza. No temía nada porque estaba segura de que era inocente, pero mis padres temían que Alá revelara algo demostrando los dichos de la gente. Entonces el Profeta – paz y bendiciones sean con él – se sentó sudando pesadamente. Empezó a limpiar su sudor y dijo: se feliz Aisha, Allah el Todopoderoso ha revelado tu inocencia. Le dije: Alabado sea Allah Todopoderoso. Entonces el Profeta – paz y bendiciones sean con él – salió y recitó los siguientes versos: {quienes llevaron adelante la mentira son un cuerpo entre vosotros: piensa que no es un mal que, por el contrario es bueno para ti: para cada hombre entre ellos (vendrá el castigo) del pecado que se ganaron y para él que tomó sobre sí mismo el liderazgo entre ellos será una pena grave}.


Narrado por: Aisha – grado: es la historia y se menciona en al-Bujari y Muslim – Reportado por: Al-Albani – Fuente: Fiqh Al-Sira – página o número: 288


 

Les daba tiempo para adornarse


Fuimos a una batalla con el Profeta – paz y bendiciones sean con él – y yo cabalgaba sobre mi camello pero alguien me siguió por detrás y comenzó instar a mi camello con un palo; Entonces, mi camello avanzó más rápidamente que los mejores camellos. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – dijo: (¿por qué estás apurado?). Le dije: me casé recientemente. Dijo: (¿te has casado con una virgen o no?). Le respondí: no es virgen. Dijo: (¿no es mejor casarse con una virgen con la que puedes divertirte?) Entonces, cuando fui a consumar el matrimonio. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – dijo: (espera hasta la noche – es decir, después de al-Isha (oración de la noche) – para que la novia pueda peinarse y prepararse).


Narrado por: Abdullah Bin Jaber – grado: correcto – Reportado por: al-Bujari – Fuente: Al-Jame' Al-Sahih – página o número: 5079

 

Teniendo en cuenta su psicología cuando estaban enfermas


El Profeta – paz y bendiciones sean con él –, si uno de sus familiares estaban enfermos, leía sura Al-Falq y An-Nas sobre el familiar enfermo y lo frotaba con sus manos. Cuando él se enfermó, lo cual causó su muerte, empecé a leer los dos capítulos y lo frotaba con sus propias manos porque son más benditas que las mías.


Narrado por: Aisha – grado: correcto – Reportado por: Muslim – Fuente: al-Musnad Al-Sahih – página o número: 2192

 

Les traía buenas noticias y alegría


Yibril (el ángel de la revelación) – la paz sea con él – vino al Profeta – paz y bendiciones sean con él– y dijo: Oh profeta de Alá, Khadija viene sosteniendo una olla de comida o bebida, cuando llegue, comunícale  saludos de Allah Todopoderoso y míos y dile que Allah ha preparado para ella una casa en el Paraíso de perlas, en donde podrá disfrutar de tranquilidad y comodidad.


Narrado por: Abu Huraira – grado: correcto – Reportado por: al-Bujari – Fuente: al-Jame' Al-Sahih – página o número: 3820

Aisha – que Allah esté complacido con ella – narró que el Profeta – paz y bendiciones sean con él – le dijo: "Yibril está enviando sus saludos" Aisha respondió: Envíale mis saludos. 
Yibril – paz y bendiciones sean con él – vino al Profeta – paz y bendiciones sean con él – y dijo: Oh Profeta de Allah, es Khadija viene sosteniendo una olla de comida o bebida, cuando llegue, comunícale  saludos de Allah Todopoderoso y míos  y dile que Allah ha preparado para ella una casa en el Paraíso hecha de perlas, en donde podrá disfrutar de tranquilidad y comodidad. El Profeta – paz y bendiciones sean con él – cumunicó estas buenas noticias a khadija y estaba muy feliz por ella.



 



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