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El Profeta y los No Musulmanes - 2 Parte

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El Profeta y los No Musulmanes - 2 Parte


 

¡Revisad la historia y reflexionad sobre los acontecimientos!


¿El pueblo persa luchó contra el Islam? ¿o eso sucedió porque Cosroes lo decidió y fue apoyado por una élite que le rodeaba y que tenía intereses, entre ellos ministros, emires y representantes de la religión, además de un grupo de soldados forzados? El pueblo persa permaneció durante años y siglos creyendo que su dios era el fuego, y que su gobernador Cosroes procedía de una dinastía sagrada y pura, y que la verdadera religión era la religión de Mazdak[5] y sus seguidores.


Más tarde, pasó el tiempo, y el mensaje claro y puro del Islam llegó hasta aquellas tierras, y a aquellos pobres descuidados se les quitó el velo que tenían ante sus ojos, y fue eliminado de sus oídos los impedimentos auditivos que sus líderes y dirigentes habían puesto y también las causas de su desvío. Así, pasados tan sólo unos días, la gran masa del pueblo, la gente común se dio cuenta de que había estado andando a tientas, y vieron con sus ojos, sus mentes y sus corazones la magnificencia de la legislación islámica y su belleza, y estudiaron de cerca la sublime moral del Profeta, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam, sus sabios dichos y posturas, de modo que escogieron el Islam por propia voluntad y deseo, y no porque fueran obligados a cambiar de religión.


Los musulmanes no necesitamos coaccionar a nadie para que se convierta al Islam, ni forzar a nadie a adoptar nuestra doctrina, es más, se nos ha prescrito que no lo hagamos. Al-lâh, Ensalzado, Dice [traducción del significado]: {No está permitido forzar a nadie a creer. La guía se ha diferenciado del desvío}, [Corán 2:256].


Para el pueblo persa se hizo clara la diferencia entre la guía y el desvío. Percibieron la verdad y la distinguieron de la falsedad con total evidencia. Así, la mayoría de la gente escogió el camino de la naturaleza innata que Al-lâh, Ensalzado, ha instalado en los corazones de sus siervos. Dice Al-lâh (lo que se interpreta en español como): {es la inclinación natural (naturaleza innata) con la que Al-lâh creó a los hombres}, [Corán 30:30]. La mayor parte del pueblo persa abrazó el Islam, sólo permanecieron en la incredulidad, la refutación y la resistencia los cabecillas de la incredulidad y los líderes del desvío.


Lo que acabamos de decir sobre el pueblo persa se puede aplicar también a los pueblos del Levante Mediterráneo (El Sham), Egipto y el norte de África, incluso a los cristianos de Al Ándalus, Anatolia y Europa del Este, a los pueblos del este y el oeste de África, Indonesia, las tierras malayas, la India y otras.

¡Ciertamente, el argumento de Al-lâh es trascendental, y su religión victoriosa!

¡No mediante la espada o las armas, sino mediante evidencias y pruebas!


Sólo basta con exponer el mensaje del Islam, y explicar las condiciones, la moral y el carácter del sublime Profeta, sal-lal-láhu ‘alaihi wa sal-lam, el mensajero de Al-lâh, para tener un instrumento de guía para la mayoría de la gente.


A partir de aquí entendemos lo que ha dicho nuestro Señor, Glorificado Sea, en su Libro, cuando delimitó con claridad la función y misión de los profetas [traducción del significado]:

- {Pero los Mensajeros sólo tienen la obligación de transmitir el Mensaje con claridad}, [Corán 16:35]. 

- {Y por cierto que Nuestro Mensajero sólo tiene la obligación de transmitir [el Mensaje] con claridad}, [Corán 24:54].

- {Y si os rehusáis, sabed que Nuestro Mensajero sólo tiene la obligación de transmitir [el Mensaje] con claridad.}, [Corán 5:92].


En el Corán tenemos muchos más ejemplos en este sentido, pero llevaría mucho tiempo recopilarlos aquí.

La pregunta acuciante es: ¿Qué ocurre cuando los musulmanes no cumplen con su misión de transmitir el mensaje, aclarar su legislación y explicar la moral de su Profeta, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam?

Esta carencia incita a los líderes que tienen ideas malvadas, y a los cabecillas de la desviación y la seducción, a que ellos mismos expliquen el Islam desde su punto de vista y a que confundan a la gente en su religión.


Ciertamente, la gente necesita un líder y un guía, entonces, ¿qué sucede si los creyentes se desentienden de su papel de dar a conocer nuestra religión, nuestro Profeta, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam, nuestra moral y nuestros valores a la gente?


El Mensajero de Al-lâh, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam, dijo: "Ciertamente, Al-lâh no Retira el conocimiento de una vez de los corazones de los hombres, sino que lo Retira haciendo que cada vez haya menos sabios, hasta que cuando ya no queda ninguno, la gente toma a ignorantes como sus líderes que, cuando se les pregunta, dan un veredicto sin conocimiento, de modo que se desvían y hacen que los demás también se desvíen". [6]


De aquí aprendemos el famoso, maravilloso y acertado dicho que pronunció el excelente Compañero del Profeta, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam, Riba‘i Ibn ‘Amer[7], para explicar el papel de los musulmanes en la tierra, y su misión en la vida. Dijo resumiendo sabiamente: "Al-lâh nos Ha enviado para que saquemos a quien Él quiere de la adoración a los siervos a la adoración a Al-lâh, de la estrechez de la vida mundanal a su amplitud, y de la injusticia de las religiones a la justicia del Islam" [8].

Esa es la sublime misión que los musulmanes deben tener siempre en mente, porque muchos de los que luchan contra nosotros no nos conocen, y la mayoría de los que nos odian no tienen acceso a la realidad de nuestro asunto.


Necesitamos destacar los ámbitos que reflejan sublimidad y perfección en nuestra religión y en la vida de nuestro Profeta, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam. Necesitamos ser nosotros los que hablemos sobre nosotros mismos, necesitamos que sean nuestras plumas las que expliquen cuál es nuestra moral, y que sean nuestras lenguas las que hablen de nuestro Mensajero, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam.

He visitado numerosas grandes bibliotecas en Europa y América para buscar libros en lengua inglesa que hablaran sobre el Islam o sobre nuestro Profeta, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam. Encontré, no decenas, sino cientos de libros, pero por desgracia vi que la mayoría de éstos están escritos por autores no musulmanes. Encontré que una minoría escribió con equidad y defendió al Islam, pues la mayoría de ellos fueron injustos, negaron, refutaron e inventaron.


¿Dónde están los musulmanes?

¿Es que no es un sublime ámbito de Yihad (luchar por la causa de Al-lâh) el hecho de escribir sobre la religión del Islam y sobre su Mensajero, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam, para explicar la belleza, la perfección y la grandeza para todos los siervos de Al-lâh?

¿No debemos cubrir este ámbito en todos sus aspectos y con todos los detalles? ¿No debemos llegar a los pueblos necesitados, que están cegados por la ignorancia, y cuyos corazones están cubiertos por el desvío, de modo que no pueden sentir la sublimidad del Islam y su moral y legislación?


¿No deben traducirse todas estas virtudes a todas las lenguas conocidas del mundo, y a las menos expandidas, para que así se establezca la prueba irrefutable de Al-lâh sobre sus criaturas?

Al-lâh, Ensalzado, Dice [traducción del significado]: {Todos los Mensajeros que enviamos hablaban el idioma de su pueblo para transmitirles claramente el Mensaje}, [Corán 14:4].

¿No sentimos vergüenza viendo a “la gente común” viviendo sus vidas con el único propósito de comer, beber, y disfrutar, mientras que están completamente descuidados de la adoración a su Señor?


¿Es que Al-lah no nos va a pedir cuentas por los millones de personas que han renunciado al Islam, y han odiado a nuestro Mensajero, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam, porque sólo han oído hablar de ellos a través de los medios de comunicación judíos y sus compinches, y sólo han leído libros escritos por escritores parciales y ateos?


Es una misión considerable y una gran responsabilidad.

El mundo necesita la perfección de nuestra legislación, y carece del liderazgo de nuestro Mensajero, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam. La misión de hacer llegar el mensaje no es sencilla, porque los enemigos están al acecho, y Satanás no descansa... La batalla está ahora en su punto álgido, y sin embargo tenemos en nuestra mente el dicho de Al-lâh que reafirma nuestros corazones y consolida nuestros pies [traducción del significado]: {Y todos los asuntos son como Al-lâh lo Dispone [Es Invencible en Su mandato], pero la mayoría de los hombres lo ignoran}, [Corán 12:21].


Tenemos en nuestras manos este libro -pido a Al-lâh que Haga que sea una obra sincera con la que busco la Faz de Al-lâh- a través del cual vamos a abrir una de las brillantes páginas de nuestra religión, y de la vida de nuestro noble Mensajero, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam, en la que describiremos cómo trataba nuestro sublime Profeta y nuestro noble Mensajero, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam, a los no musulmanes.


Se trata de una página blanca y pura, no creo que ni los filósofos, ni los teóricos, ni los pensadores pudieran ni siquiera imaginar en sueños, que pudiera llegar a ser real y viva entre la gente, hasta el punto de que Platón[9] en su obra La República, Al Farabi[10] en su obra El Gobierno de la ciudad, y Thomas More[11] en su obra La Utopía no alcanzan ni soñando, ni a través de la teoría ni siquiera la centésima parte de lo que consiguió nuestro Mensajero, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam, en su vida real.


Me gustaría advertir al lector, sin embargo, que en este libro voy a analizar el trato que tenía el Profeta, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam, con los no musulmanes que eran pacíficos y tenían un pacto con él, pero no hablaré de los no musulmanes hostiles, ni de los prisioneros, y ello porque estos últimos no son individuos de la sociedad islámica. Si Al-lâh Quiere, les dedicaré un libro más adelante.


Espero que los musulmanes se percaten del valor de este libro por los tesoros que revela, de modo que los estudien y los pongan en práctica, y luego los transmitan a todo el mundo para que así consigan ser felices y hacer feliz a toda la humanidad, y para que sean un medio para que la gente siga la guía hacia el Señor de los mundos.

 

www.islamstory.com

Dr. Rageb Al-Sergani

 


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[1] [Ibn Magah: 43] [Ahmad: 17182] [Al Hakim: 331] [Al Albani: Sahih (auténtico)]

[2] [Al Hakam (4221)]; [Al Baihaqí (20571)]; [Al Abani: As-Silsilah As-Sahihah (45)].

[3] Se trata de la Madre de los Creyentes ‘A’isha Bint Al Siddíq, la esposa del Profeta, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam, en la vida mundanal y en la Otra vida. Era la esposa más amada por él y la más cercana a su corazón, y era uno de los compañeros más sabios. Murió en el año 58 de la Hégira. Ver Ibn Hayar: Al Isabah, biografía número 11449. Ibn Al Azir, Asad Al Ghabah (León del bosque) 191/6.

[4] [Ahmad (25341)], [Shu‘aib Al Arnaut: Sahih (auténtico)], [Al Bujari: Al Adab Al Mufrad (308)], [Al Albani: Sahih Al Yâmi‘ (4811)].

[5] Mazdak: Famoso filósofo persa. Apareció en la época de Cosroes Qabadh, el padre de Anusharuan (Cosroes I). Mazdak le llamó a Qabadh a seguir su doctrina y él lo obedeció. Luego Anusharuan descubrió su calumnia, de modo que lo hizo venir y lo mató. Había declarado que todas las mujeres eran lícitas y también todo el dinero y que la gente podía compartirlos entre ella.

[6] [Al Bujari (100)], [Muslim (2673)].

[7]Riba‘i Ibn ‘Amer: excelente compañero del Profeta, sal-lal-lâhu ‘alaihi wa sal-lam. Presenció la conquista de Persia. Sa‘ad Ibn Abi Waqâs le envió como mensajero a Rostom y le dio el gobierno de Al Ahnaf por haber conquistado Jurasân y Tajaristân. Ver: Ibn Hayar, Al Isabah, biografía nº 2567.

[8] [Ibn Kazir: Al Bidayah wa Al Nihayah 43/7].

[9] Platón (427-347 a.C.): Filósofo y maestro de la antigua Grecia. Se cuenta como uno de los pensadores más importantes en la historia de la cultura accidental, hasta el punto de que se considera que la filosofía occidental consiste simplemente en una serie de notas al pie en comparación con Platón. La palabra Platón es un apodo que significa "el de los hombros anchos", su verdadero nombre era Aristocles. Su obra más famosa es La República.

[10]Al Farabi: Abu Nasr Muhammad Al Farabi (260-339 de la Hégira): Filosofo experto en las ciencias filosóficas, se destacó en la matemática y la medicina aunque no la practicó. Atribuido a Farab, que es parte de lo que hoy se conoce como Turkestán. Su obra más famosa es El Gobierno de la Ciudad.

[11] Thomas More: Teólogo, filósofo y político inglés. Se hizo famoso por su libro La utopía. Nació en el año 1478 d.C. y murió el año 1535 d.C.

 

 

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