El Islam ha establecido que el empleado tiene derechos sobre el empleador, y por lo tanto también ha establecido que los empleados deben observar los derechos del empleador. Ello implica realizar el trabajo que se les encarga de la mejor manera, sin demoras ni incumplimientos. El Profeta dijo: “Ciertamente, a Dios le agrada que si alguno de ustedes realiza un trabajo, lo perfeccione” (Abu Ya’lá). Para animar a la gente a realizar un trabajo asignado apropiadamente y con sinceridad, el Islam ha declarado que el salario por él es la más pura de las ganancias que el musulmán puede recibir en este mundo. El Profeta dijo: “La mejor de las ganancias es la que se obtiene a través de un trabajo honesto y lícito” (Áhmad).