david habla del esperado profeta diciendo: “de david. salmo. dijo el señor a mi señor: ‘siéntate a mi derecha, mientras yo pongo a tus enemigos como estrado de tus pies’. el señor extenderá el poder de tu cetro: ‘¡domina desde sión, en medio de tus enemigos!’ ‘tú eres príncipe desde tu nacimiento, con esplendor de santidad; yo mismo te engendré como rocío, desde el seno de la aurora’. el señor lo ha jurado y no se retractará: ‘tú eres sacerdote para siempre, a la manera de melquisedec’. a tu derecha, señor, él derrotará a los reyes, en el día de su enojo; juzgará a las naciones, amontonará cadáveres y aplastará cabezas por toda la tierra.” salmos 110: 1– 6. los cristianos y los judíos consideran este pasaje como una profecía sobre el esperado mesías, quien es de la descendencia de david. sin embargo, jesús (la paz sea con él) anuló su alegato, y explicó a sus contemporáneos que el esperado mesías no sería de la descendencia de david. en mateo: “mientras los fariseos estaban reunidos, jesús les hizo esta pregunta: ‘¿qué piensan acerca del mesías? ¿de quién es hijo?’ ellos le respondieron: ‘de david’. jesús les dijo: ‘¿por qué entonces, david, movido por el espíritu, lo llama señor, cuando dice: dijo el señor a mi señor: siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies? si david lo llama señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?’ ninguno fue capaz de responderle una sola palabra, y desde aquel día nadie se atrevió a hacerle más preguntas.” mateo 22: 41 – 46. en marcos: “si el mismo david lo llama ‘señor’, ¿cómo puede ser hijo suyo?” marcos 12: 37 (véase también lucas 20: 41 – 44). y hemos explicado anteriormente el tema de jesús llamando al profeta “el mesías”. el título “el esperado mesías” se refiere a un mesías que gobernaría y derrotaría a sus enemigos. jesús (la paz sea con él) lo negó varias veces. él le dijo a pilato: “jesús respondió: ‘mi realeza no es de este mundo. si mi realeza fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. pero mi realeza no es de aquí.’” juan 18: 36. él quiso decir que es un reino espiritual. además, no es el reino que david profetizó en sus salmos, ya que dijo: “dijo el señor a mi señor: ‘siéntate a mi derecha, mientras yo pongo a tus enemigos como estrado de tus pies’. el señor extenderá el poder de tu cetro: ‘¡domina desde sión, en medio de tus enemigos!’ ‘tú eres príncipe desde tu nacimiento, con esplendor de santidad; yo mismo te engendré como rocío, desde el seno de la aurora’. el señor lo ha jurado y no se retractará: ‘tú eres sacerdote para siempre, a la manera de melquisedec’. a tu derecha, señor, él derrotará a los reyes, en el día de su enojo; juzgará a las naciones, amontonará cadáveres y aplastará cabezas por toda la tierra.” salmos 110: 1 – 6. el sacerdote dr. faheem aziz, decano del colegio de teología protestante en egipto, cita la negación de los estudiosos occidentales: “jesús estaba actuando y hablando como el mesías para los judíos, o el mesías a quien el antiguo testamento estaba esperando”. salomón entregó profecías en los salmos del profeta rey diciendo: “…que domine de un mar hasta el otro, y desde el río hasta los confines de la tierra. que se inclinen ante él las tribus del desierto, y sus enemigos muerdan el polvo; que los reyes de tarsis y de las costas lejanas le paguen tributo. que los reyes de arabia y de sebá le traigan regalos; que todos los reyes le rindan homenaje y lo sirvan todas las naciones. porque él librará al pobre que suplica y al humilde que está desamparado. tendrá compasión del débil y del pobre, y salvará la vida de los indigentes. los rescatará de la opresión y la violencia, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. por eso, que viva largamente y le regalen oro de arabia; que oren por él sin cesar y lo bendigan todo el día. que en el país abunden los trigales y ondeen sobre las cumbres de las montañas; que sus frutos broten como el líbano y florezcan como la hierba de los campos. que perdure su nombre para siempre y su linaje permanezca como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos y todas las naciones lo proclamen feliz. bendito sea el señor, dios de israel, el único que hace maravillas. sea bendito eternamente su nombre glorioso y que su gloria llene toda la tierra. ¡amén! ¡amén!” salmos 72: 8 – 19. ¿ante quién los reyes lamentándose se arrodillaron e inclinaron, y a quién dios glorificó en todas las épocas? sin duda, es la autoridad de muhammad (la paz sea con él), ante quien los mayores reyes de su tiempo, incluidos los romanos y los persas, se inclinaron.