una persona consciente de su fe será firme y se pondrá en manos de dios cuando esté enferma porque se da cuenta de que su enfermedad es una prueba, así como el estar sano también lo es. se da cuenta de que tanto las desgracias e infortunios que le acaecen como el bienestar, la prosperidad y la facilidad son pruebas que provienen de dios y, de hecho, estas últimas son probablemente las más serias y difíciles. por esta razón, no importa lo incómodo que se encuentre, será constante y seguirá rezando con sinceridad. sabe que es dios quien creó la enfermedad y que es él quien tiene la cura. en el corán, dios ensalza la paciencia del creyente durante su enfermedad y la enumera entre una de las cualidades de los "piadosos": … piadoso, en verdad, es quien cree en dios, en el último día, en los ángeles, en la revelación y en los profetas; y gasta de lo que tiene – a pesar de su apego a ello- en sus parientes, en los huérfanos, los necesitados, los viajeros, los mendigos y en rescatar a otros del sometimiento; es constante en la oración y paga el impuesto de purificación; y [piadosos en verdad son] los que, cuando prometen, cumplen sus promesas, y son pacientes en la desgracia, en la adversidad y en los momentos de peligro: esos son los que han sido fieles a su palabra, y esos son los que han sido conscientes de dios. (sura la vaca 2: 177) además de tener paciencia, el creyente se tomará el tratamiento apropiado para sentirse mejor. no se comportará de modo emocional ni infantil para llamar la atención de aquellos que están a su alrededor. seguirá dicho tratamiento y tomará las medicinas adecuadas para su enfermedad. este comportamiento es en realidad una forma de orar. al mismo tiempo, y como resultado de vivir de acuerdo con las enseñanzas del corán, reza constantemente a dios para que le ayude y cure. en el corán, dios pone a job (que dios esté complacido con él) como ejemplo de la actitud que proviene de la fe: y [recuerda a] job, cuando invocó a su sustentador: “¡la desgracia ha hecho presa en mí: pero tú eres el más misericordioso de los misericordiosos!”. (sura los profetas 21: 83) debemos decir que todas las medicinas son un medio para lograr una cura. si dios quiere, hará que el tratamiento sea una manera de curarse. es él quien crea las materias primas (micro-organismos, materias animales y vegetales) que se usan en la composición de los medicamentos. en resumen, es dios quien crea la cura. en el corán, se llama nuestra atención sobre lo dicho a través de las palabras de abraham (que dios esté complacido con él): "y cuando caigo enfermo, es él quien me devuelve la salud." (sura los poetas 26: 80) sin embargo, los miembros de una sociedad atea se rebelan en cuanto caen enfermos. se comportan de forma contraria a lo decretado por dios cuando dicen: “¿por qué me ha ocurrido esto?” una persona que piensa de esta manera nunca se pondrá en manos de dios durante su enfermedad ni la contemplará como un beneficio. sin embargo, los creyentes piensan en el motivo de su enfermedad y la ven como una oportunidad para acercarse a dios. una vez más, comprenden el gran don que es la salud y lo indefensos que estamos los seres humanos. incluso una simple enfermedad como la gripe puede hacer que una persona tenga que guardar cama. en esta situación, no importa lo poderoso, respetado o rico que uno sea, estamos indefensos y debemos descansar y tomarnos medicinas. bajo estas circunstancias, nos acordamos de lo mucho que necesitamos a dios y nuestra enfermedad es un modo de recordarle y acercarnos a él. y, para el creyente, toda enfermedad es una advertencia de que el mundo es transitorio y de que la muerte y el más allá están cerca