La Tolerancia y la Coexistencia

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 La Tolerancia y la Coexistencia


 

Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) estableció las bases para la tolerancia entre las personas. En el Corán, Dios le reveló a Su Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) que no debe haber imposición en las creencias. Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) también aclaró los derechos de los no musulmanes que no agredan a los musulmanes, y garantizó la protección de sus vidas, su propiedad y su honor.

 

Aún hoy, existen ciudadanos judíos y cristianos viviendo en paz y seguridad en muchos países musulmanes; muy diferente de la situación de las Inquisiciones españolas en las que musulmanes y judíos fueron exterminados en una limpieza étnica y religiosa que violó todos los principios humanitarios establecidos por la cultura occidental.

 

Uno de los más grandes principios de la religión traídos por Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), el Profeta de la Misericordia, fue que la aceptación del Islam, ya sea por individuos o grupos, queda librada a la convicción personal, y que la invitación al mismo debe basarse en la sabiduría y el buen consejo, no en la cocción. Esto se menciona en muchos pasajes del Corán y las enseñanzas proféticas (Sunnah). Por ejemplo, dijo Dios en el Corán:

 

“No está permitido forzar a nadie a creer. La guía se ha diferenciado del desvío. Quien se aparte de Satanás y crea en Dios, se habrá aferrado al asidero más firme [el Islam], que nunca se romperá. Y Dios es Omnioyente, Omnisciente.” (2:256)

Y también dijo:

“Y diles: La Verdad proviene de vuestro Señor. Quien quiera que crea y quien no quiera que no lo haga.” (18:29)  

 

Además, la religión transmitida por Muhámmad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) se ocupaba también de los no musulmanes. La misma prohibió agredirlos y de hecho ordenaba ser amables y correctos con ellos. Pues el Corán dice:

“Dios no os prohíbe ser benevolentes y equitativos con quienes no os han combatido por causa de la religión ni os han expulsado de vuestros hogares, pues ciertamente Dios ama a los justos.”  (60:8)

 

Y entre los principios más grandiosos establecidos por el Islam está el respeto por los derechos de los no musulmanes, ya sea que estén bajo la protección de un estado islámico o fuera de él. Todos y cada uno de ellos tienen derechos que deben ser respetados por todos los musulmanes, tal como se protegen a sí mismos, a sus propiedades, a sus mujeres y a sus hijos. Ningún musulmán puede transgredir este límite de ninguna forma. El Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo:

“Aquel que mate a una persona que está protegida bajo un tratado no olerá la fragancia del Paraíso. Ciertamente, su fragancia será reconocible a cuarenta años de distancia [de viaje]”. [i]

 

El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) también dijo:

“Ciertamente, una persona que ataca a otra protegida bajo un tratado o la menosprecia, le obliga a trabajar o le quita algo contra su voluntad, yo seré su oponente el Día de la Resurrección.”[ii]

 

En las cortes legales de un estado islámico los musulmanes y los no musulmanes son iguales ante un juez. Al-Ash’az narra el siguiente episodio:

“Hubo una disputa entre un judío y yo por una parcela, por lo que lo llevé donde el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), quien dijo: '¿Tienes alguna evidencia?'. Le dije que no. Él le dijo al judío: ‘Haz un juramento'. Le dije: ‘Oh Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), cuando jure, me quitará mi propiedad'.

 

Entonces, Dios reveló este versículo:

“Quienes cambiaron el compromiso que tomaron con Dios por un vil precio y faltaron a sus juramentos, no tendrán ninguna recompensa en la otra vida. Dios no les dirigirá la palabra ni les tendrá compasión el Día de la Resurrección, no les purificará y tendrán un castigo doloroso.” (3:77)[iii]

 

Esta condición ha continuado en tierras musulmanas hasta el día de hoy. Los judíos, cristianos y seguidores de otras religiones han vivido en regiones musulmanas disfrutando seguridad, justicia y tolerancia que rara vez encuentran afuera. La exterminación masiva de miembros de una raza o religión en particular sigue siendo una práctica común en algunos países que no son musulmanes, y es una evidencia del valor que el Islam les ha ofrecido a los demás.

 De igual forma, los musulmanes han sufrido limpiezas étnicas y persecución religiosa; la más infame de ellas fue la Inquisición Española. Ni siquiera perdonaban a cristianos de otras denominaciones, mucho menos a judíos y otros, quienes pudieron refugiarse con seguridad en diversos países musulmanes de África.

 

 

 

 

 


[i] Narrado por Al-Bujari.

[ii] Narrado por Abu Dawud.

[iii] Narrado por Abu Dawud.

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