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La actitud hacia las bendiciones otorgadas

9697 2009/06/03 2024/11/05
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los creyentes que dejan a un lado sus puntos de vista habituales y observan su entorno comprenden que todo lo que perciben es una bendición de dios. entienden que todo (sus ojos, oídos, cuerpo, la comida que ingieren, el aire puro que respiran, sus casas, bienes y propiedades, las cosas que poseen e incluso los microorganismos y las estrellas) están a su servicio. y estas bendiciones son demasiado numerosas para contabilizarlas. como dice nuestro señor en el siguiente versículo, ni siquiera es posible clasificarlas ni contarlas:

pues, si intentarais contar las bendiciones de dios, no podríais enumerarlas. ciertamente, dios es en verdad indulgente, dispensador de gracia. (sura la abeja 16: 18)

un creyente puede utilizar legítimamente todas las bendiciones que se le otorgan en este mundo pero nunca debe dejarse engañar por ellas y olvidar vivir sin pensar en dios, la vida del más allá o las enseñanzas del corán. no importa cuántas posesiones, prosperidad, dinero o poder tenga.: no se volverá decadente o arrogante. en resumen, todo esto que hemos mencionado no hará que abandone nunca las enseñanzas del corán. es consciente de que todas estas cosas son bendiciones que provienen de dios y de que, si él quiere, se las puede quitar. siempre tiene presente que las bendiciones de este mundo son transitorias y limitadas, que son una prueba y son sólo reflejos de las verdaderas bendiciones del paraíso.

para alguien que vive según las enseñanzas del corán, las bendiciones de este mundo tales como las propiedades, las posesiones y la posición son sólo medios para acercarse a dios y darle gracias. por este motivo, su objetivo nunca es poseer las bendiciones de este mundo, que sabe que sólo disfrutará por un periodo de tiempo limitado. por ejemplo, uno de los bienes más duraderos de los cuáles puede disponer una persona en esta vida es una casa, pero como mucho le aprovecha durante un par de décadas. cuando termina su vida en este mundo, se irá y dejará la casa que amaba, valoraba y por la que tanto trabajó durante toda su vida para conseguirla. no hay duda de que la muerte marca la separación definitiva entre el individuo y sus bienes terrenales.

un creyente sabe que dios es el verdadero propietario de las bendiciones que posee y que únicamente provienen de él. hace todo lo posible para dar gracias a nuestro señor que las creó y mostrar su aprecio y gratitud. a cambio de sus innumerables bendiciones, se esforzará todo lo posible para dar gracias cuando habla y cuando actúa, para recordarlas y hablar a los demás de ellas. aquí tenemos unas aleyas relevantes:

y, en verdad, tu sustentador habrá de darte [cuanto tu corazón desea], y quedarás satisfecho. ¿no te encontró huérfano, y te amparó? ¿y no te encontró perdido, y te guió? ¿y no te encontró necesitado, y te dio lo suficiente? no sea, pues, injusto con el huérfano, y al que busca [tu] ayuda no le rechaces, y proclama siempre las bendiciones de tu sustentador. (sura las horas de resplandor matinal 93: 5-11)

¿os resulta extraño que os llegue una amonestación de vuestro sustentador por medio de un hombre de entre vosotros, para advertiros? recordad cómo os hizo herederos del pueblo de noé y os dotó de gran poder: recordad, pues, las bendiciones de dios, para que consigáis la felicidad. (sura la facultad del discernimiento 7: 69)

antes de dar gracias, algunas personas esperan alguna bendición especial o que se les resuelva algún problema. pero si pensasen un poco, comprobarían que cada momento de su vida está lleno de bendiciones. continuamente, a cada momento, se nos otorgan innumerables dones tales como la vida, la salud, la inteligencia, la conciencia, los cinco sentidos y el aire que respiramos. y deberíamos dar gracias por cada una de ellos por separado. la gente que se descuida a la hora de recordar a dios y las pruebas de su creación no se da cuenta, mientras las poseen, del valor que tienen las bendiciones con las que nos colma; no dan gracias y únicamente comprenden su valor cuando carecen de ellas.

sin embargo, los creyentes piensan en lo indefensos que se encuentran y en cuánto las necesitan y por eso siempre dan gracias a dios por las mismas. no dan gracias a dios únicamente por su riqueza, propiedades y posesiones sino que, sabiendo que dios es el propietario y el soberano de todo, le dan gracias por su salud, aspecto, sabiduría, inteligencia, amor por su fe y desprecio por el pecado, por encontrarse en el buen camino, por su amistad con los verdaderos creyentes, por su comprensión, perspicacia y percepción, y por su fuerza espiritual y física. enseguida que contemplan una vista maravillosa o cuando hacen bien su trabajo, cuando les dan algo que querían, escuchan una buena palabra y son testigo de acciones que muestran amor y respeto, y otras bendiciones que serían demasiadas para mencionarlas, dan gracias a dios. le recuerdan como el compasivo y misericordioso.

si un creyente muestra a través de sus actos de gratitud que los dones que ha recibido no le vuelven orgulloso, arrogante o altanero, dios le dará más. la siguiente cita del corán así lo afirma:

y [recordad] cuando vuestro sustentador os anunció [esta promesa]: “si sois agradecidos [a mí], ciertamente, os daré aún más; pero si sois desagradecidos, en verdad, mi castigo será realmente severo." (sura abraham 14: 7)

al mismo tiempo, todas las bendiciones forman parte de una prueba que se pone a los humanos en el mundo. por este motivo, las personas que tienen fe, además de dar gracias, las utilizan tanto como les es posible para hacer buenas acciones; no quieren ser tacaños ni acumular riquezas, porque esto es característico de la gente del fuego. nuestro señor lo pone de manifiesto en el corán:

¡pero no! ¡realmente, todo [lo que le aguarda] es un fuego crepitante, que le arrancará la piel! reclamará para sí a quienes dan la espalda [a la verdad,] y se apartan [de ella], los que amasan [riquezas] y luego las retienen [con avaricia]. en verdad, el hombre ha sido creado inquieto. [por norma,] cuando le toca un mal, se llena de preocupación; y cuando le toca un bien, se vuelve mezquino [con los demás]. (sura las vías de ascenso 70: 15-21)

en respuesta a la pregunta de qué debería desprenderse la gente, dios recomienda que se dé de "lo que os podáis permitir." (sura la vaca 2: 219) es un requisito de las enseñanzas del corán que los creyentes usen parte de sus ingresos, además de para cubrir sus necesidades, para hacer buenas obras, tal y como dios les indica. el mínimo legal es el azaque (impuesto de purificación) obligatorio, que lo recoge el gobernante o líder de la comunidad para distribuirlo entre los pobres y necesitados y otros que dios menciona en las aleyas sobre el azaque. no es obligatorio dar más, pero sí altamente recomendable.

ciertamente, la manera que tienen los creyentes de dar las gracias por las bendiciones que dios les ha concedido es utilizarlas para conseguir su aprobación. un creyente es responsable de usar lo que se le ha dado para realizar las buenas acciones que dios le ha ordenado hacer. así como los medios materiales que dios le ha proporcionado, un creyente utiliza su cuerpo para ganar la aprobación de dios y trabajar en su camino y, de ese modo, espera lograr su favor y misericordia y obtener los interminables dones del paraíso.

ciertamente, dios ha comprado a los creyentes sus vidas y sus bienes, prometiéndoles a cambio el paraíso… (sura el arrepentimiento 9: 111)

una comunidad de individuos que vive según los dictámenes del corán y la sunna del mejor de la creación, la paz y las bendiciones de dios sean con él, conseguirá erradicar la violencia, los conflictos, robos y otras actividades delictivas causadas por la pobreza, el hambre, la miseria y otros problemas pagando el azaque y dando limosna voluntariamente.

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