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De compras
hoy en día, ir de compras es una actividad importante para mucha gente. por ejemplo, muchas personas pasan horas, incluso días, yendo a tiendas para encontrar ropa con la que poder presumir ante sus amistades. gastan mucho dinero en vestuario que sólo se pondrán unas pocas veces en su vida y, a pesar de que tienen los armarios llenos, compran ropa nueva compulsivamente. para ellos, ir de compras ha pasado de ser una mera forma de cubrir sus necesidades a formar parte importante de sus vidas. una característica que los define es que son compradores compulsivos y muy a menudo adquieren cosas y luego lamentan haberlo hecho.
sin duda, comprar es algo necesario e incluso puede ser una tarea agradable; pero el problema es que puede infundir en la gente deseos mundanos y hacer que se olviden por completo de la otra vida. dedican toda su vida, pensamientos y planes a dicha actividad y, en vez de buscar el modo de agradar al dios que les creó, intentan hallar satisfacción en ocupaciones de poca importancia tales como ir de compras.
como en cualquier otro aspecto de la vida, una persona que vive según las enseñanzas del corán también intentará ver el lado bueno de ir de compras, algo que dios ha creado, y el sentido que tienen las cosas que ocurren. para esta persona, comprar no significa vagar sin sentido sino la oportunidad de proveerse él y su familia de aquello que necesitan. comprar no hará que se aleje del cumplimiento de sus obligaciones para con dios. en el corán, dios ordena a los creyentes:
y mantente con paciencia al lado de aquellos que invocan a su sustentador mañana y tarde, buscando su faz, y no permitas que tus ojos pasen sobre ellos en busca de las galas de este mundo; y no prestes atención a aquel cuyo corazón hemos hecho negligente de nuestro recuerdo porque ha seguido siempre sus deseos [únicamente], abandonando todo cuanto es bueno y verdadero. (sura la cueva 18: 28)
un creyente que va de compras recordará que dios ha creado variedad de alimentos, ropa y muchas otras bendiciones para los que creen. sin embargo, en muchos países, a causa del desempleo, la pobreza o los conflictos, la gente no puede encontrar nada para comer. aunque viven en países con muchos recursos, hay gente tan pobre que no puede adquirir lo que necesita. todas estas cosas están bajo el control de dios y existe un motivo para la cantidad de provisiones que dios elige dar a la gente. dios llama nuestra atención sobre este hecho en el corán:
¿es que no saben que es dios quien da el sustento en abundancia, o en medida escasa, a quien él quiere? ¡ciertamente, en esto hay en verdad mensajes para una gente dispuesta a creer! (sura las multitudes 39: 52)
dios ha creado circunstancias diversas para examinar a los seres humanos. un creyente no dejará de darle gracias por lo que ha recibido, no importa en qué situación se encuentre. se da cuenta de que el examen y su situación actual son transitorios. por este motivo, desea actuar en todo momento de manera que agrade a dios. le da gracias con todo su corazón, con lo que dice y con lo que hace por los dones que le ha otorgado. gasta de lo que se le ha dado en hacer buenas acciones y, si dios restringe sus ingresos, será paciente y seguirá dando sinceras gracias. sabe que se le está probando por medio de la pobreza y reza para que se le otorgue paciencia. bajo cualquier circunstancia, se sentirá satisfecho con dios y esperará que dios esté satisfecho con él.
sin embargo, aquellos que adoptan las tradiciones, costumbres y valores de una sociedad que no cree en las enseñanzas del corán, pierden inmediatamente el sentimiento de la gratitud cuando se enfrentan al menor inconveniente. dios los condena en el corán como desagradecidos por no ver que su prosperidad y riqueza son una prueba equivalente a experimentar la pobreza y la necesidad:
pero el hombre, cuando su sustentador le prueba con su generosidad, y le permite disfrutar de una vida confortable, dice: “mi sustentador ha sido [justamente] generoso conmigo”; en cambio, cuando le prueba restringiendo sus medios de subsistencia, dice: “¡mi sustentador me ha despreciado!" (sura el alba 89: 15-16)
dios ha creado los innumerables dones de esta tierra, pero la gente que no se percata de esta evidencia olvida que pueden comprar comida y ropa por deseo de dios y con su permiso. no dan gracias a dios, sino que actúan constantemente bajo el control de sus deseos egoístas. lo único en lo que piensan mientras están comprando es en qué ropa impresionará más a sus amistades. lo que ocupa sus mentes en todo momento es dónde pueden adquirir la última moda, con los colores y calidad que desean. siempre están preocupados por lo que tienen los demás y tienen envidia de ellos. no pueden soportar no tener bienes materiales. sienten un enorme deseo de poseer propiedades y patrimonio. comparan lo que se les ha dado a ellos con lo que se les ha dado a otros y se impacientan pensando que se les ha tratado injustamente y no dan gracias a dios. en el corán, dios revela la ingratitud de aquellos que no están satisfechos con lo que tienen y siempre quieren más:
y, ciertamente, tu sustentador honra en verdad con su favor a los hombres – pero la mayoría de ellos no son agradecidos. (sura las hormigas 27: 73)
un creyente que vive conforme a las enseñanzas del corán sabe que los dones que le rodean son un regalo de dios y tiene buen cuidado de no gastar dinero irreflexivamente. mientras está comprando, se esfuerza en evitar malgastar tiempo y dinero. actúa tal y como dios dice en el corán: "… y comed y bebed [con libertad], pero no derrochéis: en verdad, él no ama a los derrochadores." (sura la facultad del discernimiento 7: 31) nunca se olvida de que dios llama "hermanos de satán" (sura el viaje nocturno 17: 27) a los que derrochan su dinero de manera extravagante.
así como el corán nos obliga a no malgastar el dinero comprando, también nos exige ser generosos. dios lo revela en el sura el criterio de la verdad: "y los que, cuando gastan en los demás, no son ni extravagantes ni tacaños sino [recuerdan] que existe siempre un término medio entre esos [dos extremos]." (sura el criterio de la verdad 25: 67) esta aleya resume la sabiduría que demuestra un creyente al hacer sus compras.