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Es mejor para ti dejar ricos a tus herederos que dejarlos pobres mendigando a los demás.
Narró Sa`d ibn Abu Waqqas, que Allah esté complacido con él:
El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) vino a visitarme mientras yo estaba (enfermo) en La Mekka ('Amir, el narrador secundario, dijo, y no le gustaba morir en la tierra, de donde ya había emigrado). Él (es decir, el Profeta) dijo: "Que Allah conceda Su misericordia a Ibn Afra. "Dije," ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Puedo usar toda mi propiedad (en caridad)? "Él dijo:" No". Yo dije: "¿Entonces puedo tomar la mitad de ella?" Él dijo: "No" Yo dije: "¿Un tercio?" Él dijo: "Sí, un tercio, pero incluso un tercio es demasiado. Es mejor para ti dejar a tus herederos ricos que dejarlos pobres mendigando a los demás, y todo lo que gastes por Allah se considerará una obra de caridad, incluso el bocado de comida que pongas en la boca de tu esposa. Allah puede alargar tu vida, por lo que algunas personas pueden beneficiarse de ti, y algunos otros ser perjudicados por ti" En ese momento Sa`d tenía sólo una hija.
El Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dio la razón de esta respuesta diciendo: "Es mejor para ti dejar ricos a tus herederos que dejarlos pobres mendigando a los demás".
El significado pretendido: Es mejor para usted y sus herederos dejarlos ricos que dejar herederos pobres suplicando a la gente que pongan algo en sus manos, lo que será una humillación para ellos en este mundo y en el Más Allá.
Lo que se entiende por riqueza en este Hadiz es la autosuficiencia, no el dinero superfluo.
El que tiene suficiente comida, bebida y vivienda, es como si poseyera el mundo entero. De lo contrario, sus herederos serán una carga para otras personas; rogándoles caridad.
El musulmán es responsable de sus dependientes siempre que tenga los medios para mantener a sus herederos después de su fallecimiento.
El hombre no es más que un buen recuerdo, y ser mencionado con bondad se considera una segunda vida para el hombre. Por lo tanto, el hombre debe dejar huellas justas, incluso dejar dinero para sus herederos.
Su dinero puede beneficiarlo si vivió mucho, por lo que no debe apresurarse a gastar todo su dinero, ni siquiera la mitad o un tercio, siempre y cuando espere vivir y actuar con rectitud.
Si va a dejar un legado, puede hacerlo dentro de un tercio del legado.
