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Yousef al Khattab, Exjudío, Estados Unidos
Nací en una familia judía secular, y a la edad de 18 decidí investigar en “profundidad” la creencia en Dios. Como mucha gente, miré la religión desde un punto de vista cercano a mí. Siendo que mi familia era judía y que fui criado para asistir a escuelas judías, investigué el “Judaísmo Ortodoxo” rabínico.
En el año 1988 entré en una Yeshiva y comencé mi viaje al interior del culto racista rabínico ortodoxo. En 1991 me casé con mi primera esposa (entonces) Luna Mellul, ahora Qamar al Khattab.
Ella proviene de la ciudad marroquí llamada Tetuán y asistía al seminario racista judío ortodoxo para muchachas conocido como Breuers o Sampson Raphael Hirsh Bet Yaakov alias Bais Yakov.
1992 fue el año del nacimiento de mi primer hijo Abdel Rahman (oficialmente Rachamim Cohen).
Alhamdulilah[1] él era entonces y es ahora mi orgullo y mi placer. Por la época en que nació Abdel Rahman vivíamos en Williamsburg, Brooklyn en la comunidad jasídica Satmar. Yo solía presenciar todos los engaños y estafas, las escaramuzas gubernamentales y el lavado de dinero utilizando la sinagoga y cuentas del banco Yeshiva y la poca higiene de esta gente, y no quería que mi hijo recién nacido creciera con gente como esa.
Traté de ampliar nuestros horizontes y nos trasladamos al área de Ocean Parkway en Brooklyn, más tarde ese año.
Entre 1994 y 1998 tuvimos otros tres maravillosos hijos, alhamdulilah. Hesibeh, Abdel Aziz (oficialmente Ezra), y Abdullah (oficialmente Ovadia), durante esos años traté de convencerme de que el Judaísmo era el camino correcto y simplemente no comprendía por qué nunca leí todo el Talmud y sus 3 formas distintas de comprenderlo, incluyendo el “nivel oculto”. Como verás este es el truco del culto rabínico, tú NUNCA terminarás de aprender todo el texto rabínico por lo que siempre estarás supeditado a acudir a los rabinos (llamados los Mayores de Sión) quienes interpretarán el Judaísmo para tí. Durante este tiempo los rabinos vieron que dudábamos de estas creencias así que constantemente seguían a nuestra familia contactando a todos nuestros nuevos amigos, empleadores, etc. Los rabinos SIEMPRE DEBEN saber a dónde vas y quiénes son tus amigos. Los rabinos empezaban a ser una gran molestia como lo eran los judíos rabínicos, así que buscando un futuro mejor nos trasladamos con mi familia a Palestina (en aquel entonces, al igual que muchos occidentales, se nos había lavado el cerebro para que nos refiriéramos a la entidad judía como Israel).
Llegamos a Gaza en septiembre de 1998, o lo que los ocupantes ilegales judíos denominan Gush Katif. Mi esposa rápidamente se hastió de las mentiras de la gente de allí, y mi hijo Abdel Rahman llegó un día corriendo de la escuela diciendo: “¡Papá, mi profesora no se cubre el cabello apropiadamente, su vestido es muy corto, aquí no aprenden Tora y lo único que hacen es jugar!”
Mashallah[2], mi hijo tenía mucha razón, por lo que sin posesiones ni dinero nos pusimos en marcha para encontrar una casa en el asentamiento judío cercano de Netivot en la Palestina que fue ocupada en 1948. Shas, un “partido político religioso” nos ayudó de inmediato brindándonos una casa y su sistema escolar privado, y mis hijos pasaron de no saber NADA de hebreo a ser los mejores en su clase, alhamdulilah. Durante nuestra estadía en Netivot conocí a un musulmán de Emiratos Árabes Unidos, y durante dos años tuvimos conversaciones en las que me preguntaba sobre la Aquídah judía o credo judío, y luego la comparaba con el Tauhid al Uluhiya, una parte del monoteísmo islámico. Luego fui a preguntarle a grandes rabinos acerca del credo judío y siempre obtuve 60.000 respuestas distintas. Los judíos ni siquiera te pueden decir dónde está Dios con base en las escrituras, en su lugar dicen que Dios está en todas partes (audubilah[3]) Un día decidí ir al soco árabe y compré una traducción de los significados del Sagrado Corán al idioma inglés. ¡Subhanallah[4]! ¡No podía dejarlo! Cada problema que yo tenía con los judíos y con el Judaísmo era tratado por Allah el Altísimo, en los primeros tres capítulos del Corán, Allah respondió la mayoría de mis dudas sobre el Judaísmo. El Corán es firme con los judíos y los invita a la verdad (el Islam) para salvarlos del fuego del infierno donde están sus ancestros.
Cuando terminé de leer el Corán por completo, no pude relacionarme más con los judíos, por lo que me vi obligado a decirle a mi esposa que yo era musulmán. Alhamdulilah, dos semanas después mi esposa decidió leer el Corán y ¡se hizo musulmana! Y luego los niños también, alhamdulilah. Poco después de esto nos trasladamos a la Autoridad Palestina y Jerusalén Oriental donde vivimos por unos 6 años.
Hoy día, 2006, alhamdulilah vivimos en Marruecos.
Mis hijos, alhamdulilah, ya no recuerdan el hebreo y su primera lengua es el árabe. Todos están estudiando en escuelas árabes islámicas, alhamdulilah, y agradecemos a Allah subahanahu wa tala[5] por bendecirnos con el Islam.