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Hadiz 27 ¿Acaso intercedes en uno de los castigos prescritos por Allah?
Aisha, la esposa del Apóstol de Allah, informó que los Quraish estaban preocupados por la mujer que había cometido un robo durante la vida del Apóstol de Allah , en la expedición de la Victoria (de Makkah). Dijeron: ¿Quién hablaría con el Mensajero de Allah ¿ (sobre ella? Ellos (nuevamente) dijeron: ¿Quién puede atreverse a hacer esto sino Usamah bin Zaid, al amado del Mensajero de Allah ?Ella fue llevada ante el Mensajero de Allah y Usamah bin Zaid le habló de ella (intercedió en su nombre). El color de la cara del Mensajero de Allah cambió, y dijo: ¿Acaso intercedes en uno de los castigos prescritos por Allah? Él (Usamah) dijo: 'Mensajero de Allah, busca el perdón para mí'. Cuando oscureció, el Mensajero de Allah se puso de pie y dio una orden. Él (primero) glorificó a Allah como se merece, y luego dijo: ¡Ahora a nuestro tema! Esta (injusticia) destruyó a aquellos antes de ti que cuando cualquiera de (alto) rango cometía un robo entre ellos, lo perdonaban, y cuando cualquier débil entre ellos cometía un robo, le infligían el castigo prescrito. Por Aquel en Cuyas Manos está mi vida, incluso si Fátima, hija de Muhammad, cometiera un robo, le habría cortado la mano. Él (el Santo Profeta) entonces ordenó acerca de esa mujer que había cometido un robo, y le cortaron la mano. Aisha (además) dijo: El suyo fue un buen arrepentimiento, y más tarde se casó y solía venir a mí después de eso, y transmití sus necesidades (y problemas) al Mensajero de Allah