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Clases de Discursos de los que Debemos Abstenernos
Clases de Discursos de los que Debemos Abstenernos
Alabado sea Allah
El musulmán debe tener control sobre sus palabras y actos, y no hablar a menos que diga algo bueno.
Al-Bujari (6018) y Muslim (47) narraron de Abu Hurairah que el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien crea en Dios y en el Último Día, que hable bien o se calle”.
An-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Si alguien quiere hablar, y si lo que quiere decir es bueno y tiene confianza en que será recompensado por ello, ya sea si es obligatorio y encomiable, que hable, pero si no le parece que será bueno ni que será recompensado por eso, entonces que se abstenga de hablar, ya sea que piense en algo prohibido, desaconsejable o permisible. Basándonos en esto, es recomendable abstenerse de decir cosas permisibles y se nos ha encomendado hacerlo, si van a conducirnos a otras que son prohibidas o desaconsejables, lo cual sucede en muchos casos. Allah dijo (traducción del significado):
“No pronuncia palabra alguna sin que a su lado esté presente un Ángel observador que la registre” (Qaf 50:18).
El Imam ash-Sháfi’i entendió este reporte como que si una persona dice algo, debe pensar acerca de ello: si le parece que no hará ningún daño, entonces que hable; pero si piensa que causará algún daño y piensa que eso es lo más probable, entonces que se abstenga de hablar”.
El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos ordenó controlar nuestras lenguas en más de un reporte, tal como el narrado por at-Tirmidhi (2406) de ‘Uqbah ibn ‘Aamir, quien dijo: “Le dije “Oh, Mensajero de Allah, ¿cuál es la salvación?”, y me dijo “Controla tu lengua, mantén tu casa, y llora por tus pecados”. Clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih at-Targhíb, 3331.
At-Tirmidhi (2616) también narro que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo a Mu’ádh, después de enseñarle algunas leyes del Islam: “¿Quieres que te diga cuál es la fundación de todo esto?”. Yo (Mu’ádh) dije: “Por supuesto, Profeta de Dios”. Tomó su lengua y dijo: “controla esto”. Le dije: “Oh, Profeta, ¿seré considerado responsable por lo que diga con ella?”. Y dijo “¡Que tu madre sea privada de ti, Oh, Mu’ádh! ¿La gente será arrojada en el Infierno sobre sus rostros o sus narices, por algo más que lo que hayan cosechado sus lenguas?”.
Clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih at-Tirmidhi, 2110.
El reporte encomienda abstenernos de consentirnos en cosas específicas, porque eso es algo que no es de beneficio para la persona, y ciertamente puede causar mucho daño en sus asuntos mundanos y espirituales.
Se narró de Ibn Mas’ud que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Si mis compañeros son mencionados, entonces mantente en silencio; si las estrellas son mencionadas, entonces mantente en silencio; y si el decreto divino es mencionado, entonces mantente en silencio”. Narrado por at-Tabarani en al-Kabir, 2/96. Clasificado como auténtico por el shéij al-Albani en as-Sílsilah as-Sahiha, 34.
Este reporte indica que no es permisible para una persona hablar mal de los compañeros del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y que uno debe guardar silencio sobre las disputas que ocurrieron entre ellos, porque hablar mal de ellos o criticarlos implica que uno está rechazando lo que Dios dijo sobre ellos en el Corán, donde Allah dijo (traducción del significado):
“Allah se complace con los primeros que aceptaron el Islam y emigraron [a Medina], con aquellos que les socorrieron, y con todos los que sigan su ejemplo [en la fe y las buenas obras]. Éstos también se complacen con Allah, y Él les ha reservado jardines por donde corren los ríos donde morarán eternamente. Éste es el triunfo grandioso” (at-Tawbah 9:100).
Y Allah también dijo (traducción del significado):
“Muhammad es el Mensajero de Allah. Quienes están con él son severos con los incrédulos, pero misericordiosos entre ellos. Los verás [¡Oh, Muhammad! rezando] inclinados y prosternados, procurando la misericordia de Allah y Su complacencia. En sus rostros están marcadas las huellas de la prosternación” (al-Fáth 48:29).
Así es como Dios los ha descripto en Su libro, entonces no hay duda que fueron de carácter justo, que son lo mejor y lo más grande de la humanidad. Entonces, nadie los odia sino los hipócritas, y nadie los ama sino los creyentes.
El Shéij al-Islam Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Uno de los principios básicos de la Gente de la Comunidad y la Tradición Profética (ahl as-Sunnah wal Yáma’ah) es que no pensamos ni decimos nada sobre criticar a los compañeros del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), como Dios los ha descripto en el verso en que Él dice (traducción del significado):
“¡Señor Nuestro! Perdónanos y perdona a nuestros hermanos que nos han precedido en la Fe, y no permitas que tengamos nada en contra de aquellos que han creído. ¡Señor Nuestro! Tú estás ciertamente lleno de benevolencia, eres El Misericordiosísimo” (al-Háshr 69:10).
Y ellos obedecieron la orden del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “No maldigan a mis compañeros, porque por Aquél en Cuya mano está mi alma, si uno de ustedes fuera a gastar el equivalente al Monte Uhud en oro (por la causa de Dios), no alcanzaría el estatus de uno de ellos, ni aún la mitad”. (Consensuado por los sabios del hadiz)”.
Maymu' al-Fatáwa, 3/152.
Abu Zar’ah (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Si ves a un hombre criticando a uno de los compañeros del Profeta, entonces sabe que es un hereje, porque el Corán es verdadero, lo que trajo es verdadero, y nadie nos trajo todo eso sino los compañeros del Profeta (que Allah esté complacido con ellos). Entonces, quien los critica significa en efecto que está diciendo que el Corán y la Tradición Profética son falsos, entonces es más apropiado que él deba ser criticado y catalogado como un hereje desviado”.
As-Sawá’iq al-Muhriqah ‘ala Ahl ar-Ráfd wad Dalal waz Zandaqah, 2/608.
Con respecto a la segunda parte del reporte, que encomienda abstenerse de hablar acerca de las estrellas, a lo que se refiere, y Dios sabe más, es a buscar la guía de las estrellas sobre asuntos de lo oculto, como la gente de la Época de la Ignorancia preislámica solía hacer por medio de la astrología, tal como usar el movimiento de los cuerpos celestes para predecir cuándo ocurrirían ciertamente los eventos terrestres, tal como la aparición de los vientos, la lluvia, el cambio de los precios, y otros asuntos que ellos decían conocer por el movimiento de los astros. Solían decir que quien se casara bajo tal y tal estrella, le sucedería tal y tal cosa, que quien viajara bajo tal y tal estrella le pasaría tal cosa, o quien naciera bajo cierta estrella tendría buena o mala suerte, etc.
Ver Kitab at-Tawhid, por el Shéij Sálih al-Fawzán, Capítulo (Bab) Id’á' ‘Ilm al-Ghaib min Qirá’at al-Káff wal Finyán wa Ghairihima. Ver también Fatáwa al-‘Aquidah, 2/185, 186, 187 y 190, por el Shéij Ibn ‘Uzaimín, donde hace algunos comentarios útiles.
Con respecto a la tercera parte del reporte, la que se refiere a abstenerse de hablar sobre el decreto divino (al-qádar), Abu Ya’far at-Tahháwi (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“El decreto divino es un secreto conocido sólo por Allah, oculto para Su creación. Ningún ángel cercano a Él ni ningún Profeta que Él haya enviado conocía eso. Perseguir tales asuntos sólo conduce al extravío y a la privación de la misericordia de Dios, también conduce a la injusticia, por lo tanto hay que cuidarse de enredarse en debatir estos asuntos, pensando y preguntándose sobre eso. Dios ha conservado el conocimiento de Su decreto fuera del alcance de Sus criaturas, y les ha prohibido perseguir tales asuntos, como Allah dijo (traducción del significado):
“Él no es interrogado por lo que hace” (al-Anbiá' 21:23).
Por lo tanto, quien cuestione lo que Allah hace ha rechazado las reglas del Libro, y quien rechace las reglas del Libro es un incrédulo”.
Shárh al-‘Aqidah at-Tahhawíyah, p. 276.
Así el musulmán debe someterse a Dios en todos Sus asuntos, saber que lo que le suceda nunca podría haberlo evitado, y que lo que no le suceda, nunca podría haberlo hecho suceder. Hay mucho para decir acerca de este tópico. Que Dios bendiga a los creyentes en la voluntad de Dios sin consentirse discusiones fútiles acerca del asunto.
Y Allah sabe más.