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El Mensaje de Muhammad ﷺ
Dios, Todopoderoso, solía enviar a sus mensajeros al mundo ya que hacía necesidad de ellos. Después de que la gente había sido corrupta y desunida, la gente se había desviado del camino que le conecta con Dios y entre sí mismos. Siendo así la intensidad de la necesidad de un mensaje que corrigiera las creencias y curara las almas, orientando a toda la gente armoniosamente hacia su Señor y Creador, con el fin de agradecerle por las bendiciones que les dispensó y por las revelaciones a su mensajero de las doctrinas, creencias orientadoras, comportamientos prudentes, ética digna y legislaciones firmes basadas en el bien, el derecho y la virtud.
Dios, el Altísimo, dice
(¡Profeta!, te hemos enviado ala gente llevando el mensaje del Islam, para ser testigo de la verdad, para anunciar las buenas nuevas a los creyentes, y para que adviertas a los incrédulos. Para invitar a todo el mundo hacia Dios, y como antorcha que guía a los que están en las tinieblas)
[ 33: 45-46 ]
Dice también
(Reservaré Mi misericordia particularmente a aquellos que siguen al Mensajero Muhammad que no sabe leer ni escribir, y cuyos signos se hallan escrito en la Torá y el Evangelio. Su misión es ordenarles el bien que deben hacer y prohibirles el mal que deben evitar. Les indicará lo lícito adecuado con la naturaleza humana y lo ilícito, comúnmente reprobado por la misma, como la ingestión de la sangre y el consumo de carroña, y los libera de las penosas cargas que les fueron impuestas. Aquellos que creyeron en su mensaje lo sostuvieron, lo apoyaron y contribuyeron en su triunfo contra sus enemigos; los que siguieron el Corán que le fue revelado, cual luz que guía, estos serán los exitosos, pero los que no creyeron en él serán excluidos)
[ 7: 157]
Dios, el Altísimo, dice
(Hemos hecho surgir un Mensajero de entre vosotros, que os comunica las evidencias culminadas de Nuestras mercedes para con vosotros, del mismo modo que completamos Nuestra gracia, el Corán. El Mensajero Muhammad purifica vuestras almas de modo visible y comprobable de la suciedad de asociar a Dios otras divinidades y de los caracteres inmorales y las malas costumbres y os enseña con sabiduría las ciencias coránicas y las beneficiosas y os enseña lo que no sabrías conocer por vosotros mismos, justo cuando os hallabais en la ignorancia más abyecta y el extravío más ciego. Creyentes, recordadme por medio de vuestra obediencia y os recordaré con Mis recompensas y agradecedme los dones que os dispensé y no neguéis estos dones rebelándoos contra lo que os he ordenado)
[ 2: 151-152]