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Paciencia: La Solución Para Los Pesares de la Vida - Part 2
Tribulaciones Afrontadas por los Creyentes
El Mensajero de Allah (sallallaahu ‘alayhi wa sallam) dijo, “Cuando quiera que Allah desea hacerle bien a un siervo, Él se apresura en castigarlo en este mundo. Y siempre que Allah quiera el mal para un siervo, Él pospone el castigo hasta el Día del Juicio. ” [26]
Su dicho, “Cuando quiera que Allah desea hacerle bien a un siervo, Él se apresura a castigarlo en este mundo.” significa: que él es castigado siendo afectado con dificultades y aflicciones por causa de los pecados que él ha cometido, debido a las cuales (dificultades y aflicciones) lo limpian de todos ellos, y en la Otra Vida él no tiene que dar cuenta de ningún pecado.
Shaykhul-Islaam Ibn Taymía dijo, “El acontecimiento de aflicciones es realmente una forma de bendición, ya que estas son una expiación para los pecados cometidos y llaman a que una persona tenga sabr – para que él sea debidamente recompensado. Igualmente estas hacen que la persona se vuelva a Allah en arrepentimiento, siendo humildes y sumisos ante Él, al mismo tiempo alejándose de tener esperanzas en cualquiera de la creación. Hay – además de éstos – otras grandes ventajas.
Así, aquellas aflicciones que acontecen a una persona son realmente la causa de que Allah borre sus pecados, y esta es una de las mayores bendiciónes. Luego el acontecimiento de calamidades son una fuente de mirsericordia y generosidad, proporcionando que tal persona no entre en aquello que es una causa para una desobediencia aún mayor que antes. Ya que esta calamidad llegará a ser una causa de gran mal para la Religión de la persona.
Ciertamente, hay gente quienes – cuando se ven aquejados con una tribulación o una aflicción; como la pobreza, la enfermedad o el hambre – hace que la hipocresía brote en ellos, o hace que sus corazones se vuelvan enfermos, o esto hace que ellos caigan en ingratitud e incredulidad, o abandonen ciertas obligaciones o cometan ciertos actos prohibidos – todo lo cual es muy dañoso para la Religión de uno. Luego para permanecer a salvo, y estar protegido contra tales aflicciones y tribulaciones, es mejor para una persona, ya que las aflicciones y las pruebas – en lugar de ser una fuente de bendiciones – se vuelve una fuente de gran daño. Sin embargo, si la persona hubiera tenido sabr y hubiera permanecido obediente, entonces tal aflicción habría sido la causa de misericordia y bendiciónes de Allah – el Fuerte y Majestuoso - lo que requiere Alabarlo.
Luego quienquiera que sufre con una calamidad y es proveído de sabr, entonces este sabr es una bendición para la persona y una misericordia para él, ya que sus pecados son expiados debido a ella. Igualmente su Señor otorga sobre él alabanzas y oraciones, como Allah – el Majestuoso – dice,
“Y tened por cierto que os pondremos a prueba con temor, hambre, pérdida de riqueza, personas y frutos. Pero anuncia buenas nuevas a los pacientes. Aquéllos que cuando les ocurre alguna desgracia dicen: "De Allah somos y a Él hemos de volver". Bendiciones de su Señor y misericordia se derramarán sobre ellos. Son los que están guiados.” [27]
Tal persona también es perdonada por su Señor por sus pecados, y es elevada a rangos más altos – todo esto es debido al que tiene sabr.” [28]
El dicho del Profeta, “ Y siempre que Allah quiera el mal para un siervo, Él pospone el castigo hasta el Día del Juicio,” significa: que el castigo de tal persona es retrasado hasta la Otra Vida, donde él recibirá un castigo severo.
Al-’Azizi (f.1070 H) dijo, “Tal persona no es castigada en este mundo, de modo que en la Otra Vida pueda ser castigado de un modo totalmente merecido.” [29]
El hadiz citado anteriormente es una lección y un recordatorio de que hay que tener buenas expectativas en Allah y una buena opinión sobre Él en cuanto a lo que Él ha decretado para una persona, como Allah – el más Alto – dice,
“... puede que os disguste algo que sea un bien para vosotros y que améis algo que es un mal. Allah sabe y vosotros no sabéis.” [30]
Las Recompensas Son Proporcionales a las Calamidades:
El Profeta sallallâhu ‘alayhi wa sallam dijo, "La recompensa es directamente proporcional a la aflicción. Si Allah ama a una gente, Él los inflige con una calamidad. Quienesquiera que lo aceptan, Allah está complacido con ellos, y quienesquiera que se resientan por ello, Allah está disgustado con ellos" [31]
Igualmente, el Profeta (sallallaahu ‘alayhi wa sallam) dijo, “Siempre que Allah ama a una gente, Él envía la aflicción sobre ellos. De modo que quienquiera que es paciente, es uno de los pacientes, y quienquiera que se resiente por ello, es uno de los resentidos.” [32]
El significado del primer hadiz es: cuanto mayor es la aflicción, mayor es la recompensa. Y es dicho: Ciertamente, las aflicciones ocasionan una recompensa así como la expiación de los pecados. Este era el dicho preferido de Ibnul-Qayim que el que es afectado con una calamidad no es sólo recompensado por ello, sino que sus pecados le son expiados también.
Sin embargo, si esta aflicción fué la causa de que él hiciera ciertas acciones piadosas – como tener sabr, contento con el Decreto de Allah, arrepentirse a Allaah o pedirle Su perdón – entonces la persona será recompensada por tales acciones también. A causa de esto se dice que el sentido del hadiz es: Ciertamente, la recompensa es proporcional a la aflicción, siempre que haya sabr y expectativa de la recompensa.
Del mismo modo, en el hadiz de Sa'd, ‘Preguntaron al Profeta (sallallaahu ‘alayhi wa sallam), ‘¿Quién de la humanidad sufre las mayores calamidades?’ Él contestó, ‘Los Profetas, después aquellos más parecidos a ellos, después los que más se asemejan a ellos. Una persona sufre con calamidades en comparación a su Religión, luego si él es firme en su Religión, entonces sus aflicciones son fuertes y si él es débil en su Religión, entonces sus aflicciones son más leves. Una persona sufre con calamidades hasta que es dejado andando sobre la faz de esta tierra sin pecado alguno.” [33]
Este hadiz y semejantes son de las pruebas del Tawhid. Ya que si una persona supiera que los Profetas y los awliyaa’ (los amigos/partidarios de Allah) son aquejados ellos mismos con calamidades y que ninguno puede quitar estas aflicciones de ellos excepto Allah, entonces se conocerá que ellos no pueden traer, ni beneficio, ni proteger del daño a sí mismos – luego ¡¿cómo pueden ellos proteger del daño a otros?! Así, más bien, en lugar de volverse a los Profetas y la gente piadosa para que quiten el daño, o alivien las preocupaciones y la pena, habría que volverse directamente solo a Allah – El Único capaz de lograr esto.
LOGRAR LA TRANQUILIDAD:
Y ar-Ridaa (la complacencia de Allah) – que sucede en el dicho del Profeta (sallallaahu ‘alayhi wa sallam), “Luego quienquiera que esté complacido, entonces Allah está complacido con él. ”–es uno de los Atributos con los cuales Allah se ha descrito en varios sitios en Su Libro, como Su dicho,
“La recompensa que junto a su Señor les espera, son los Jardines de Adán por cuyo suelo corren los ríos.
En ellos serán inmortales para siempre.
Allah estará satisfecho de ellos y ellos lo estarán de Él.” [34]
La senda de los Salaf (los Predecesores Piadosos) y aquellos que les siguen de Ahlus-Sunnah (los seguidores de la Sunnah) es afirmar aquellos atributos que Allah ha afirmado para Sí Mismo, o los cuales han sido afirmados por SU Mensajero (sallallaahu ‘alayhi wa sallam) – de un modo que es propio de SU Majestad y Grandeza – sin tamzill (parecido de Allah a cualquiera de SU Creación), y sin ta’til (despojar a Allah de SUS Atributos). Entonces cuando Allah – el Altísimo – está complacido con alguno, entonces esa persona ha adquirido todo lo bueno y la excelencia y está a salvo de todos los males.
Ar-Ridaa es: el rendimiento de un siervo de sus asuntos a Allah, teniendo una opinión buena sobre Él y esperando SU recompensa. Tal persona experimentará entonces la tranquilidad y la alegría, el amor de Allah y la confianza en Él.
Ibn Mas’ud – (radiyallaahu ‘anhu) – dijo, “Ciertamente Allah – de Su Justicia y Equidad – hizo el placer y la tranquilidad condicionados del yaqín (certeza) y ridaa (complacencia). Y Él hizo que la pena, la ansiedad y la preocupación fuera el resultado de la duda y el resentimiento.” [35]
El significado de resentimiento es: “Un disgusto por algo, con la ausencia de la complacencia.” [36] Así, quienquiera que se ofende (N.T.C. Se sienta molesto) por lo que Allah ha decretado, entonces Allah se ofenderá por aquella persona; y esto es suficiente como castigo de Allah. También, del hadiz anterior, algunos Eruditos han deducido que el ridaa (alegría y complacencia) con el Decreto de Allaah es obligatorio – esta era la opinión de Ibn ‘Aqíl. Sin embargo, Abu Al-Qadi Ya’laa no lo consideró que fuera obligatorio [sino más bien, preferible], y esta fué la opinión preferida de Shaykhul-Islam Ibn Taymía e Ibnul-Qayim.[37]
Shaykhul-Islam Ibn Taymía dijo, “Así como hay una orden específica ligada a tener sabr (paciencia), no hay, sin embargo, ninguna orden de tener ridaa (alegría y complacencia). Más bien, hay una alabanza y una excelencia para aquellos que tienen ridaa con el Decreto de Allah.”
Él dijo a continuación, “La narración: ‘Quienquiera no tiene sabr con Mis aflicciones, ni tiene ridaa con Mi Decreto, ha tomado a un Señor, otro que Yo.’ [38] Esta narración es una de los Isra'elíat (israelita) y no está auténticamente relatada del Profeta (sallallaahu ‘alayhi wa sallam).” [39]
Shaykhul-Islaam Ibn Taymía también dijo, “En efecto, hay un estado más alto que [ambas sabr y] el ridaa, y ese es mostrar shukr (gratitud) a Allah por la aflicción, ya que esta es la causa de recibir la excelencia y las recompensas. ”[40]
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Notas
[26] Sahih: Relatado por at-Tirmidi (no. 2398) y al-Haakim en al-Mustadrak (1/340), de Anas (radiyallaahu ‘anhu). Fué autentificado por Shaykh al-Albani en as-Sahihah (no. 1220).
[27] Suratul-Baqarah [2:155-157]
[28] Resumido de Majmu’ul-Fataawaa (10/48) de Ibn Taymía.
[29] as-Siraajul-Munir (l/88) de al-’Azizi
[30] Suratul-Baqarah [2:216]
[31] Hasan: Relatado por at-Tirmidi (no. 2398) e Ibn Maajah (no. 4021), de Anas (radiyallaahu ‘anhu). Fué autentificado por Shaykh al-Albani en as-Sahihah (no. 146).
[32] Sahih: Relatado por Ahmad (5/427),de Mahmud Ibn Lubayd (radiyallaahu ‘anhu). Fué autentificado por al-Mundhari en at-Targhib wat-Tarhib (4/283), al-Haythami Majma’uz-Zawaa’id (2/291) e Ibn Hajar en Fathul-Baari (10/108).
[33] Sahih: Relatado por Ahmad (l/172), at-Tirmidi (no. 2398) e Ibn Maajah (no. 4023). Fué autentificado por Shaykh al-Albani en as-Sahihah (no.143).
[34] Suratul-Bayyinah [98:8]
[35] Relatado por Ibn Abi Dunia en Kitaabur-Ridaa (no. 94) y también por al-Bayhaqi en Shu’abul-Imaan (no. 205).
[36] an-Nihaayah fi Gharibil-Hadiz (2/350) de Ibn al-Athir
[37] Madaarijus-Saalikin (2/171,184) de Ibnul-Qayyim.
[38] Da’if Jiddan: Relatado por at-Tabaraani en al-Kabir (22/320), Ibn Hibbaan en al-Majruhin (1/324) y al-Khatib en at-Talkhis (39/2) todo por medio de Sa’id Ibn Ziyaad. Al-Haythami dijo en al-Majma’ (7/207), “En él está Sa’id Ibn Ziyaad quien es matruk (dejado).” Y al-Haafidh al-’Iraqi dijo en Takhrijul-Ihyaa’ (3/296), “Su isnaad es débil.” Y al-Manaawi dijo, “Da’if Jiddan (muy débil)” como sucede en ad-Da’ifah (no. 505).
[39] Ibnul-Qayim relató esto en Madaarijus-Saalikin (2/171).
[40] Majmu’ul-Fataawaa (11/260) de Ibn Taymía.
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