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Su Nacimiento, Niñez Temprana y el Cuidado de Alá ﷺ
El Profeta ﷺ nació un lunes en el mes de Rabi` al-Awwal. Ibn Kazir dijo: “Lo correcto es que él nació en el “año del elefante”, lo cual fue declarado por el historiador Ibrahim ibn al-Mundhir, el Sheik de al-Bujari, de Jalifah ibn Jayyat y acordado por otros.
Los eruditos sobre su biografía han dicho: “Cuando Aminah quedó embarazada de él dijo: “No lo encuentro pesado, y cuando él nació una luz emergió con él e iluminó todo entre el oriente y el occidente”.
Ibn `Asakir y Abu Na`im relataron de Ibn Abbas ﷺ: Cuando el Profeta ﷺ nació, `Abdul-Muttalib hizo la `aqiqah para él con un carnero y lo llamó Muhámmad (el alabado). La gente le dijo: “O Abul-Hariz, ¿qué te hizo llamarlo Muhámmad, y no por el nombre de sus ancestros?” El contestó: “Yo quería que Alá lo elogie en el cielo y que la gente lo alabe en la tierra”.
La Muerte de Su Padre
Su Padre murió mientras él estaba aún en el útero de su madre. Fue amamantado unos pocos días por Zuwaybah, una esclava liberada de Abu Lahab, quien la había liberado por la alegría del nacimiento de este niño. Luego fue buscada una nodriza para él en la tribu de Bani Sa`d, entonces Halimah as-Sa`diyyah lo amamantó. Él se quedó con ella en la tribu de Bani Sa`d por cerca de cinco años. Allí, su pecho se abrió y los ángeles removieron su corazón, lo lavaron y extrajeron de él la parte del ego y de Satán. Alá ﷺ luego lo llenó con luz, sabiduría, bondad y misericordia y ellos lo devolvieron a su lugar. Halimah temió por él luego de esto y por eso lo devolvió con su madre, diciéndole lo que había pasado, pero ello no la alarmó.
As-Suhayli comentó: “Esta purificación ocurrió dos veces:
Primero, durante su infancia para purificar su corazón de la provocación de Satán.
Y segundo, cuando Alá ﷺ deseó elevarlo a la divina presencia para orar con los ángeles del cielo, entonces él fue purificado internamente y externamente y su corazón fue llenado con sabiduría y fe.
La Muerte de Su Madre
Cuando el Mensajero de Alá ﷺ llegó a la edad de seis años, su madre, acompañada por Umm Ayman, lo llevó a Medina en una visita a sus tíos maternos de Bani Udayy ibn an-Nayyar. Ella se quedó con ellos por un mes pero luego murió en al-Abwaa’ mientras volvía a La Meca.
Cuando el Mensajero de Alá ﷺ pasó por al-Abwaa’ en su camino hacia La Meca en el año de la conquista, le pidió permiso de su Señor para visitar la tumba de su madre y éste le fue concedido. Él lloró y también lo hicieron quienes estaban con él. Luego dijo:
“Visiten las tumbas, pues ellas les recuerdan la muerte”.
(Muslim)
Luego de que su madre murió, Umm Ayman se encargó de él. Su abuelo, `Abdul-Muttalib, se volvió su guardián, pero cuando él tenía ocho años de edad su abuelo murió. Él había dado instrucciones de que su tío, Abu Talib, tomara su custodia, entonces él se volvió su guardián y le dio el mejor de los cuidados. Cuando Alá ﷺ le concedió la profecía Abu Talib lo ayudó y lo apoyó completamente, aunque siguió siendo un politeísta hasta el día de su muerte. Debido a su apoyo Alá ﷺ ha aligerado su castigo, como fue mencionado en un Hadiz.
La Protección de Alá ﷺ para que no se contaminara de las Prácticas Paganas
Alá protegió a Su Profeta ﷺ desde la niñez y lo purificó de las costumbres malignas de los días de la ignorancia antes del advenimiento del Islam. Hizo a los ídolos detestables para él para que nunca adorara a un ídolo o reverenciara a una estatua. El Profeta ﷺ nunca bebió embriagantes ni se unió a los jóvenes de Quraish en sus inmoralidades. Por el contrario, estuvo lejos de todo comportamiento vergonzoso. Él era reconocido entre su gente solo como “el confiable” debido a lo que ellos observaron de su carácter puro y veracidad. Su pueblo solía aceptar su juicio y se acogían a su opinión como es evidente del relato donde él colocó la Piedra Negra durante la reconstrucción de la Ka’bah. Ellos aceptaron su plan cuando él pidió un manto, puso la Piedra en medio de él y le dijo a cada jefe de tribu que lo levantaran mientras sostenían una esquina del manto. Luego él empujó la Piedra hasta su lugar y la gente se calmó y la guerra inminente entre las tribus fue evitada.