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La Compasión del Profeta con su Pueblo – Parte 1
El Profeta ﷺ era gentil con su Ummah. Siempre que le fue dada una opción entre dos cosas escogía la más sencilla con el fin de evitar la dificultad para su pueblo. Él dijo ﷺ
:
“Alá no me envió para causar dificultad o complejidad sino que me envió como maestro y para hacer fáciles las cosas.”
(Muslim)
Y dijo:
“En verdad, Alá es bondadoso y ama la bondad. Él concede a través de la bondad lo que no concede a través de la dureza.”
(Abu Dawud – graduado como sahih por al-Albani)
Alá I describió a Su Profeta ﷺ como poseedor de compasión y misericordia, diciendo:
“En verdad se os ha presentado un Mensajero de entre vosotros que se apena por vuestras adversidades, se preocupa y desea que alcancéis el bien [e ingreséis al Paraíso]; es compasivo y misericordioso con los creyentes”.
(9:128)
Un ejemplo de esto es la siguiente narración. Un hombre vino donde el Mensajero de Alá ﷺ y le dijo: “Yo estoy destruido, Oh Mensajero de Alá”.
Él preguntó: “¿Y que te ha destruido?”
El hombre dijo: “Mantuve relaciones sexuales con mi esposa durante [el día en] Ramadán.”
Él dijo: “¿Puedes encontrar a un esclavo para liberar?”
Él contestó: “No.”
Él dijo: “¿Puedes ayunar dos meses consecutivos?”
Él contestó: “No.”
Él dijo: “¿Puedes encontrar comida para alimentar a sesenta pobres?”
Él contestó: “No,” y se sentó.
El Profeta ﷺ trajo una canasta de dátiles y le dijo: “Da esto en caridad.”
El hombre dijo: “¿Acaso hay alguien más pobre que nosotros? No hay hogar en Medina en más necesidad que el nuestro.”
El Profeta ﷺ sonrió y dijo:
“Ve y alimenta con esto a tu familia.”
(Al-Bujari y Muslim)
Noten qué compasivo fue el Profeta r con este hombre que había pecado al mantener relaciones con su esposa durante un día de Ramadán. Él se mantuvo gentilmente reduciendo la pena hasta que de hecho le dio los medios para expiar su pecado e incluso le permitió darle a su familia a cuenta de su pobreza y necesidad. Qué grande era la bondad y la compasión del Profeta ﷺ
.
Mu`awiyah ibn al-Hakam as-Sulami t narró: “Mientras estaba orando con el Mensajero de Alá r un hombre estornudó, entonces yo dije: ‘Yarhamuka-lláh’ (Que Alá tenga misericordia de ti). La gente me dio miradas furiosas entonces dije: ‘¿Qué es lo que pasa con ustedes que me están mirando así?’ Luego, empezaron a golpear sus muslos, y comprendí que ellos querían que me calle entonces, me mantuve en silencio. El Profeta r terminó la oración, y nunca he visto antes o después un maestro mejor que él. Pues por Alá, no me hizo sentir incómodo, no me golpeó ni me insultó, sino que simplemente dijo:
“Esta oración no es para hablar cosas de la gente. Es sólo para alabar y glorificar a Alá y recitar el Corán”.”
(Muslim)
An-Nawawi comentó: Esto muestra la grandeza del carácter del Mensajero ﷺ, acerca del cual Alá I testificó, y sus modales con el hombre ignorante, su bondad y simpatía con él. Es su ejemplo de compasión [para nosotros] con una persona no educada, de cómo enseñarle gentilmente y darle la información correcta. Otro ejemplo está en su prohibición a la gente de continuar ayunando sin un receso por la noche por temor a que esto hubiera sido hecho obligatorio para ellos. También cuando rezaba sus oraciones durante Ramadán por unas pocas noches hasta cuando, luego de que muchas personas comenzaran a reunirse para orar con él, se detuvo de hacerlo por temor a que esa oración fuera convertida en obligatoria para los musulmanes. Otro ejemplo es cuando entró a la mezquita y encontró una cuerda estirada entre dos pilares. Él ﷺ preguntó:
“¿Qué es esta cuerda?”. Le respondieron: “Es para Zainab; cuando ella se cansa se sujeta de ella”. Entonces dijo: “Desátenla. Oren mientras tengan energía, pero cuando se cansen deben sentarse.”
(Al-Bujari y Muslim)