El hombre árabe era elogiado por casarse con muchas mujeres, y el Profeta ﷺera el más digno de tener este elogio, es más, sus múltiples matrimonios y su responsabilidad hacia todas sus esposas no le han desviado de la adoración a Dios sino  que la ha aumentado, haciéndolas castas y las ha orientado al buen camino con la ayuda de Dios.

Por lo tanto, los múltiples matrimonios y la poligamia del Profeta ﷺ tienen sublimes razones y moralejas que Dios sabe y los sabios descubren de ellas lo que pueden.

  Eso es una prueba de la veracidad de su profecía, su llamado y la ley que le fue revelada por Dios, Altísimo sea.

   Esta sabia ley ha afirmado el concepto de la poligamia y la ha permitido pero con la condición de tener justicia; la noble legislación pone condiciones para practicar la poligamia:

- La igualdad de trato de las esposas por parte del polígamo; no debe inclinarse hacia alguna de ellas y dejar a la otra, pero esta inclinación no se refiere a los asuntos del amor, que quiera a una más que  a la otra, porque uno no es dueño de su corazón, sino se refiere a que no sea injusto con su esposa alejándose de ella y dejándola expuesta a cometer lo ilícito.

- La capacidad de mantenerlas a todas: No es posible que un hombre se case con más de una mujer y alojarlas a todas en un mismo sitio y luego pedir a la gente que le ayude en sus gastos.

- La igualdad al gastar en ellas: El hombre no debe  lesionar los derechos de su esposa. Hay una explicación detallada en este punto pero no cabe hablarlo en nuestro tema.

- La aptitud de hacerlas todas castas y virtuosas: No debe alejarse de ninguna de sus esposas dejándola expuesta a cometer lo ilícito, por no satisfacerla.

  Dios ha permitido la poligamia en su última legislación que permanece, sabiendo, Glorificado sea, lo que fue y lo que será; Su conocimiento contiene todos los acontecimientos del pasado, del presente y del futuro.

  Permitir la poligamia es una misericordia de Dios, y tiene los siguientes sentidos profundos:

-Dios hizo como norma que los hombres sean menos que las mujeres en cantidad por todas las partes del mundo, y que los hombres estén más expuestos a los motivos de la muerte como en las guerras. La primera y la segunda guerra mundial  son un ejemplo de eso, ya que millones de hombres fallecieron dejando atrás una multitud de mujeres sin casarse- fueran vírgenes o viudas-.

  Si el hombre se limitara a casarse con una sola mujer, habría un gran número de mujeres excluidas del casamiento y obligadas a cometer adulterio y caer en una decadencia, viviendo como los animales, donde el honor, la dignidad y la moralidad no estarían protegidos.                                                                                                               

El censo moderno dio un golpe fuerte en la cara de los ignorantes y malévolos cuando se ha encontrado que: