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Su anticipación hacia a lo que llamaba Ocupar su corazón siempre por la invocación a Dios
Volviendo otra vez a observar las huellas y tradición de Muhammad ﷺ, veremos que muestran pruebas evidentes que confirman su Mensaje y profecía.
Todos los narradores están de acuerdo de que Muhammadﷺ era el primero en aplicar lo que transmitía a la gente, en hacer lo que les ordenara a querer y en dejar lo que les ordenara a disgustar. ¡¿Y cómo no?! Y ha memorizado la palabra de Dios que le fue revelada:
Dios dice
(¡Profeta! di: No tomaré a otro protector que no sea Dios, Él solo es Creador de los Cielos y de la Tierra según un orden que nunca fue precedido. Él es quien sustenta a sus criaturas sin necesidad de ser sustentado por ellas. Di: Dios me ha ordenado ser el primero en abrazar el Islam (Someterme voluntariamente a las prescripciones y leyes de Dios) y me prohibía atribuirle copartícipe digno de ser adorado* Di: temo el severo castigo si desobedezco a mi Señor)
[ 6: 14-15؟]
Sí, el Profeta Muhammadﷺ ha cumplido con los mandamientos de su Señor; era el primero en aplicar Sus enseñanzas y era un imán para los musulmanes en todas sus condiciones, palabras y acciones.
Dios, el Altísimo dice
(Tenéis en el Mensajero de Dios un gran ejemplo, para los que anhelen la misericordia de Dios, la dicha del último Día, y para los que recuerdan mucho a Dios en toda situación: dureza, prosperidad, etc…)
[33:21]
Era el más en obediencia e invocación a Dios y el más temeroso de Él, Altísimo sea. Esto no era meramente una alegación, sino una realidad que sus compañeros y familia notaban en todo lo que hacía o decía ﷺ.
Anas ha narrado que el Profeta dijo: «¡Por Allah! Entre vosotros yo soy el más devoto y el más temeroso de Allah»
Ibn Haban narró que Ataa dijo: dije a la Sra. Aisha, la esposa de Muhammadﷺ: “Cuéntame, ¿Qué es lo más asombroso que viste del Mensajero de Dios?
Aisha respondió: ¡¿y cuál de sus actos no era asombroso?!
Aisha dijo: “Muhammad vino una noche y entró a mi cama, y luego me dijo: déjame adorar a mi Señor”
Se fue a hacer la ablución para orar y mientras oraba, empezó a llorar hasta que las lágrimas mojaron su pecho, se arrodilló llorando, se prosternó llorando, levantó la cabeza llorando y siguió así hasta que llegó Belal y le llamó a la oración. Entonces le dije “¡Oh, Mensajero de Dios!, ¿qué te hace llorar, si Dios te ha perdonado los pecados anteriores y futuros?
Respondió ﷺ: ¿Cómo no voy a ser un siervo agradecido a Dios?, además en esta noche que me ha revelado estas aleyas: (Ciertamente, la creación de los Cielos y la Tierra por Dios, con todo lo que estos encierran de leyes y maravillas, y la diferencia del día y la noche (entre la luz y la oscuridad y entre la duración de ambos) son, en verdad, evidencias para los dotados de la inteligencia que concibe la unicidad de Dios y Su poder* La característica de los dotados de inteligencia es que tienen siempre presente la grandeza de Dios y su magnificencia en todo lugar: de pie, sentados o acostados. Y constantemente analizan la creación de los Cielos y la Tierra con lo que estos contienen de maravillas. Y dicen: ¡Señor!, no creaste eso sino con una sabia razón que Tú determinaste. A Ti no se te aplica la imperfección; al contrario, todo lo que creaste como prueba de Tu potestad y como una guía de lo profundo de Tu sabiduría. ¡Sálvanos del castigo del fuego dándonos éxito en el cumplimiento de tus mandatos!) ]3:190-191[
y luego dijoﷺ: “ ¡Ay de quienes lean estas aleyas y no las mediten!”
Aisha agregó: “Ciertamente, el Profetaﷺ no dejaba pasar un segundo sin invocar a Dios, incluso lo hacía en secreto como en público, en grupo como aislado, en conveniencia como en dificultad, por las buenas o por las malas, por los viajes, como en la residencia, por la noche, como por el día, por la mañana, como por la tarde.
En el libro Al Esaba, primera parte, página 162, se cuenta que: Muhammadﷺ ordenó a Amr ibn Al-As que fuera a Ibn Al-Glendi, rey de Oman, para invitarle al Islam, y que Ibn al Glendy dijo: “Creí en este profeta analfabeto porque no ordena hacer el bien sin ser el primero en hacerlo, y no prohíbe lo malo sin ser el primero en evitarlo, si es vencedor nunca es arrogante, si es vencido nunca renuncia, cumple las promesa y respeta los pactos. Yo doy testimonio que es un Profeta”.
Este es el Profeta de Dios, el Sello de los mensajeros:
Es como un libro abierto, sea antes o después del Mensaje, pues quien quiera conocer su gran persona y su noble biografía, que lea sobre su vida para saber y asegurarse de queﷺ es realmente el Mensajero de Dios.