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Sobre las características de la Fitrah, dejar crecer la barba y cambiar las canas - Parte 2
Sobre las características de la Fitrah, dejar crecer la barba y cambiar las canas - Parte 2
Sheij Muhammad ibn Salih Al-Uzaimin
Segunda Jutba:
Las alabanzas son para Al-lah, tan numerosas como Él ha ordenado, le agradezco, pues ha decretado el aumento de bendiciones para quien sea agradecido; y atestiguo que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Al-lah, Único, sin socio alguno, aunque ello disguste a los asociadores e incrédulos; y que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con el Mensajero de la guía, Muhammad Ibn Abdullah, su familia y buenos compañeros.
Procediendo:
¡Siervos de Al-lah! El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, solía decir en sus sermones el día viernes:
“Ciertamente, el mejor discurso es la Palabra de Al-lah, y ciertamente la mejor guía es la guía de Muhammad, y el peor de los asuntos son las innovaciones”.
Y en efecto así es, la mejor guía es la guía de Muhammad, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y la guía hace referencia al camino y a la ley que seguía el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, en los actos de adoración, las relaciones interpersonales y los atributos internos y externos; y era parte de sus atributos y de su senda recta el dejarse crecer la barba y recortarse el bigote. Dijo Yabir Ibn Samura: “El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, tenía una barba extensa”, ya que se la dejaba crecer, así como los honrados Profetas que le precedieron, la paz sea con ellos. Al-lah, Alabado sea, menciona que Aarón le dijo a Moisés:
{¡Oh, hijo de mi madre! No me tomes por la barba ni la cabeza} [Corán 20:94].
Y del mismo modo que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, se dejaba crecer la barba, también ordenó a su nación hacerlo, tal como se reporta en Bujari y Muslim, un hadiz de Abdullah Ibn ‘Omar, que Al-lah esté complacido con él, que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo:
“Recortarse el bigote y dejad crecer la barba”, combinando de esta forma entre su orden y la práctica de ello, lo cual refleja que este era su sendero y el de los Profetas que le precedieron. Y el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo:
“Ciertamente la mejor guía es la guía de Muhammad”.
Hermanos musulmanes, aferraos al camino de vuestro Profeta porque es lo mejor para vosotros en esta vida y en la otra, aferrarse a su camino ilumina el rostro, otorga apertura y alegría al corazón, y da luz a la capacidad de discernimiento. Ciertamente la buena vida, el deleite del corazón y el alma sólo se consigue con la creencia en Al-lah y obrando rectamente, dijo Al-lah, Glorificado sea:
{Al creyente que obre rectamente, sea varón o mujer, le concederemos una vida buena y le multiplicaremos la recompensa de sus obras} [Corán 16:97]; más aún, cuando el siervo se aferra a la Ley de Al-lah habiendo otras fuerzas que lo incitan al desvío, esto sin duda alguna multiplica su recompensa y aumenta su fe. Hay hombres a los que se les hace difícil dejarse crecer la barba cuando hay otros amigos suyos que se la afeitan, y al final acaban imitándolos y afeitan sus barbas, ellos son personas que rápido se rinden ante sus deseos y apenas tienen fuerza de voluntad.
Pero si el siervo reflexionara detenidamente en esto y comparara entre el beneficio de dejarla crecer y el perjuicio de afeitarla, se le haría muy fácil su cumplimiento –al evidenciar los grandes beneficiosos que tiene dejarla crecer– y quizás haría un gran bien a sus amigos y conocidos, quienes tal vez se animarían a dejársela crecer siguiéndolo a él, sobre todo si tiene un buen discurso y capacidad de convencimiento. Por tanto, la recompensa es mucho más grande si se deja crecer la barba cuando hay otras causas que lo incitan a afeitársela.
Hay personas que piensan que dejarse crecer la barba o afeitársela es parte de las costumbres de cada país, es decir, algo sin importancia alguna, y esto es erróneo, ya que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, ordenó dejarla crecer, y toda obediencia a una orden del Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, es un acto de adoración. Pero suponiendo que fuera una costumbre, ¿qué es mejor? ¿Aferrarse a una costumbre que ordenó el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, que la ejemplificó él mismo dejándose crecer su barba, que es la práctica de los Profetas que lo precedieron, así como de todos los antecesores virtuosos (Salaf Salih), de entre los compañeros del Profeta, que Al-lah esté complacido con ellos, y de aquellos que les siguieron correctamente? ¿Es mejor aferrarse a esto o a la costumbre de aquellos que difieren con ellos?
Y el Shaij Al Islam Ibn Taimiah, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, señaló que afeitarse la barba es ilícito, del mismo modo nuestro Shaij Abdurrahman As-Si’di, dijo en uno de sus sermones del viernes: “Oh hombres, teman a Al-lah y aférrense al sendero de nuestro Profeta escogido, obedezcan lo que nos ha ordenado y apártense de todo lo que ha prohibido y advertido; ciertamente nos ha ordenado recortarnos el bigote y dejarnos crecer la barba, nos ha informado que afeitarse la barba o recortarla es una característica propia de los idólatras e incrédulos, y quien se asemeje a un cierto pueblo será considerado (en el Islam) como uno de ellos”, hasta que dijo: “Teman a Al-lah –Oh siervos de Al-lah– y aférrense a su religión, no prioricen otras cosas sobre ella; juro por Al-lah que seguir a la gente corrupta sólo trae humillación y lamentación, pero el seguimiento a nuestro Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, sólo trae piedad, éxito y honra. Y tengan cuidado con teñir vuestro cabello de color negro, pues lo ha prohibido el mejor de entre los siervos”. Estas son las palabras de nuestro Shaij Abdurrahman As-Si’di, que Al-lah lo tenga en Su misericordia.
Y nuestro Shaij Abdul’Aziz Ibn Baz respondió en la Revista de la Universidad Islámica –de Medina–, a una pregunta que decía: ¿Cuál es el veredicto sobre recortarse o afeitarse la barba? ¿Es algo prohibido o simplemente desaconsejable? Contestó: “Los dichos auténticos que se reportan del Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, evidencian que es algo prohibido y abominable, es obligación de todo musulmán dejar –de afeitarse o recortarse la barba– y advertir la gravedad de esto, y que el musulmán no se deje engañar por la cantidad de personas que se la afeitan o recortan, pues ciertamente, la Verdad es la que tiene que ser seguida, aunque la gente la abandone”.
¡Hermanos musulmanes! Seguir al Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y a sus compañeros es el verdadero desarrollo (y no un retraso), la verdadera fuerza, la belleza que beneficia, la vida llena de felicidad y el futuro más esperanzador. Por desgracia, muchos están entretenidos y distraídos con la vida mundanal, pero llegará un momento en que se darán cuenta y despertarán cuando les llegue la muerte, cuando tengan que abandonar esta vida, sus bienes y su familia, y anhelarán –cuando de nada sirva el anhelo– haber seguido la guía del Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y sus generosos compañeros.
Le pido a Al-lah que nos embellezca con los modales de Sus siervos piadosos, Le pido que nos fortalezca con una gran fuerza de voluntad para contrarrestar nuestra pereza y así obrar rectamente y apartarnos de todo lo perjudicial, ciertamente Él es Magnánimo, Generoso, Indulgente y Misericordioso. Me refugio en Al-lah de Satanás, el lapidado; dijo Al-lah, Alabado sea:
{Te ordenamos [¡Oh, Muhammad!] que sigas la religión monoteísta de Abraham, que no se contó entre los idólatras} [Corán 16:123].
Pidan bendiciones por el Profeta Muhammad, tal como Dios se los ordena: {Ciertamente Al-lah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pidan bendiciones y paz por él}; y dijo el Profeta Muhammad, sal-lahu ‘alaihi wa sal-lam: “A quien pide a Al-lah, Glorificado sea, una bendición para mí, Al-lah lo recompensa por esta acción con diez bendiciones”.
¡Oh Al-lah! Da bendiciones y paz a nuestro Profeta Muhammad, a sus familiares, a todos sus discípulos y a quienes sigan su guía de buena manera hasta el Día del Juicio. ¡Oh Al-lah! Da tu complacencia a todos los discípulos de Tu Mensajero, de quienes fueron destacados Abu Baker, Omar, ‘Uzman y ‘Ali. Complácete también con todos los seguidores de estas nobles personas, quienes siguen su guía hasta el Día del ajuste de cuentas, y con nosotros los presentes, pues Tú eres en verdad el más Clemente.
¡Oh Al-lah! Enaltece y dignifica al Islam y a los musulmanes, protégenos del mal de nuestros detractores, y líbranos de los problemas del encarecimiento de los productos, la propagación de enfermedades, de la usura y el interés monetario, del adulterio y la fornicación, de los terremotos, de las dificultades y las tribulaciones, y de la perversión y corrupción oculta y evidente.
¡Oh Al-lah! Perdónanos y perdona a nuestros hermanos creyentes que ya fallecieron, y no hagas que en nuestro corazón se encierre el desprecio y el odio por los que han creído en Ti como se debe. Tú eres el más Bondadoso y Misericordioso.