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El Pacto y el Presagio de los Profetasanteriores
Alá dijo en el Corán:
“Y recordad cuando Alá concertó un pacto con cada uno de los Profetas diciéndoles: Os concedo el Libro y la sabiduría, y cuando se os presente un Mensajero que confirme lo que se os haya revelado, creed en él y auxiliadle [y procurad que vuestros seguidores también cumplan este compromiso]. ¿Asumís tal compromiso? Respondieron: Estamos de acuerdo. Dijo: Entonces, sed testigos unos de otros; yo también atestiguo con vosotros. Quienes, después de este pacto, vuelvan la espalda serán los descarriados”. (3:81-82)
Ali ibn Abi Talib y su primo, Ibn `Abbas, ambos dijeron: “ Alá envió a los Profetas y de todos ellos tomó la promesa que si Alá enviara a Muhámmad durante su tiempo él debería creer en él y lo apoyaría; y le ordenó tomar el compromiso a su nación de que si Muhámmad fuera enviado mientras ellos estuvieran vivos ellos creerían en él y lo apoyarían”. As-Suddi relató algo similar.
Y Alá citó en el Corán la súplica del Profeta Abraham:
“¡Señor nuestro! Haz surgir de entre ellos [nuestra descendencia] un Mensajero que les recite Tus preceptos y les enseñe el Libro y la sabiduría, y los purifique. En verdad, Tú eres Poderoso, Sabio”. (2:129)
Ibn Kazir comentó: “Alá menciona la invocación de Abraham a la gente del Haram [en La Meca] pidiéndole que les enviara un Mensajero de entre ellos mismos, es decir de los descendientes de Abraham. Esta invocación estaba de acuerdo a lo que Alá había predestinado concerniente al nombramiento de Muhámmad como un Mensa-jero para toda la gente del mundo.
El Imám Ahmad relató de `Al-Irbaadh ibn Sariah que el Mensajero de Alá dijo:
“Yo era para Alá el sello de los Profetas mientras Adán era aún arcilla, y debo informarles de su comienzo: fue la súplica de mi ancestro, Abraham, albricias sobre mí de Jesús, hijo de María y el sueño que mi madre vio; eso es lo que las madres de los Profetas vieron en sueños”.
El Profeta continuó siendo mencionado entre la gente hasta que el sello de los Profetas del pueblo de Israel, Jesús dijo claramente su nombre cuando se puso de pie y se dirigió a ellos diciendo:
“Y cuando Jesús, hijo de María, dijo: ¡Oh, hijos de Israel! Yo soy el Mensajero de Aláh, enviado a vosotros para corroborar la Tora y anunciar a un Mensajero que vendrá después de mí llamado Ahmad . Pero cuando se les presentó con las evidencias, dijeron: ¡Esto es pura magia!”. (61:6)
Es por lo cual el Hadiz dice:
“…la súplica de mi ancestro Abraham y las albricias de Jesús, hijo de María”.
La mención de sus excelentes cualidades y acciones en las escrituras tempranas son confirmadas por las palabras de Alá:
“Aquellos que siguen al Mensajero y Profeta iletrado [Muhámmad], quien se encontraba mencionado en la Tora y el Evangelio, que les ordena el bien y les prohíbe el mal, les permite todo lo beneficioso y les prohíbe lo perjudicial, y les abroga los preceptos difíciles que pesaban sobre ellos [la Gente del Libro]; y quienes crean en él, lo secunden, defiendan y sigan la luz que le ha sido revelada [el Corán] serán quienes tengan éxito”. (7:157)
`Ataa ibn Yasaar reportó: Yo conocí a `Abdullah ibn `Amr ibn al-`Aas y le dije: “Infórmame acerca de la descripción del Mensajero de Alá en la Tora”. Él dijo: “Si, por Alá, él es descrito en la Tora con la misma descripción que en el Corán:
“¡Oh, Profeta! En verdad te hemos enviado como testigo, albriciador y amonestador.”, (33:45) y también como un santuario para los sencillos. [Alá dijo:] “Tu eres Mi sirviente y Mi Mensajero; Yo te he llamado al-Mutawakkil (el que depende de Alá)”. Él no es rudo ni áspero, ni gritará en las plazas de mercado. No compensa una mala acción con otra; en lugar de eso, él perdona y disculpa. Alá no hará que muera hasta que haya enmendado la religión alterada con sus palabras ‘La ilaha ill-Alá’. Ojos ciegos, oídos sordos y corazones cerrados serán abiertos por él”. (Al-Bujari)
Al-Bayhaqi narró de Ibn `Abbas: “Al-Yarud ibn `Abdullah llegó y aceptó el Islam. Él le dijo al Profeta: ‘Por quien te envió con la verdad, yo encuentro tu descripción en el Evangelio. El hijo de la virgen (es decir, Jesús hijo de María) albrició tu llegada’.”
Y Abu Musa al-Ash`ari reportó que an-Nayashi dijo: “Yo atestiguo que Muhámmad es el Mensajero de Alá y que él es quien albrició Jesús. Si no fuera por mi preocupación con los asuntos del reino y la responsabilidad que tengo por los asuntos de mi pueblo, hubiera ido hasta él y hubiese cargado sus zapatos”. (Abu Dawud)