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Por qué se ordenó la Batalla?

Auther : Dr. Adel ibn ‘Ali al-Shiddy
1763 2012/11/28 2024/11/22

El Profeta  no blandió una espada forzando a la gente a entrar al Islam, pues el Corán es muy claro en su prohibición de este concepto. Alá  dijo:

“No está permitido forzar a nadie a creer. La guía se ha diferenciado del desvío”. (2:256) “Si tu Señor hubiera querido, todos los habitantes de la Tierra habrían creído. Tú [¡Oh, Muhámmad!] no podrás hacer que los hombres crean aunque intentaras imponérselos.” (10:99) “Vosotros tenéis vuestra religión y yo la mía” (109:6) Pero esto no significa que el estado islámico deba permanecer sin poder frente a la agresión interna o externa, pues Alá les ha dado a los creyentes el permiso para defenderse y para restaurar sus derechos en proporción a la injusticia cometidas contra ellos, pero no más que eso. Alá, dijo:

“Si os combaten en un mes sagrado combatidles y aplicad la ley del talión, así pues, si os agreden agredidles en igual medida. Temed a Alá y sabed que Alá está con los piadosos.” (2:194) “Y combatid por la causa de Alá a quienes os combatan, pero no seáis agresores; porque en verdad Alá no ama a los agresores”. (2:190) “No combatáis contra ellos en la Mezquita Sagrada, a menos que os ataquen allí; pero si lo hacen combatidles, ésta es la retribución de los incrédulos.” (2:191)

Esto muestra que la legalidad de la guerra está confinada a la auto defensa y la protección de la comunidad de la agresión y las conspiraciones de adentro y de afuera. Cuando miramos la historia del conflicto armado en el Islam, este hecho es confirmado. Pues cuando la opresión de los Mecanos se incrementó, ellos obligaron al Profeta  a que emigrara de su hogar luego de haber planeado matarlo, y fueron ellos quienes comenzaron la agresión en contra de los musulmanes al injustamente forzarlos a dejar sus hogares. Entonces, luego del Hégira, Alá permitió que los emigrantes lucharan en contra de los politeístas de Quraish, diciendo: “Se les permitió combatir [a los creyentes] porque fueron oprimidos, y en verdad, Alá tiene poder para socorrerles. Ellos fueron expulsados injustamente de sus hogares sólo por haber dicho: Nuestro Señor es Alá. Si Él no hubiera hecho que los creyentes vencieran a los incrédulos, se habrían destruido monasterios, iglesias, sinagogas y mezquitas en donde se recuerda frecuentemente el nombre de Alá. En verdad Alá socorre a quien se esfuerza denodadamente por Su religión, y Alá es Fuerte, Poderoso”.  (22:39-40) De esta forma, el Profeta en principio sólo se enfrentó a la tribu de Quraish y no a los otros árabes.

Pero cuando otras tribus árabes politeístas además de la gente de La Meca se enfrentaron contra los musulmanes y se aliaron con sus enemigos, Alá les ordenó a los musulmanes luchar contra todos los politeístas árabes, y dijo:

“Combatid a los idólatras así como ellos os combaten; y sabed que Alá está con los piadosos”. (9:36)

Es así como el conflicto armado se volvió general en contra de todos los paganos de esa época y ese lugar, y así lo confirmó el Profeta cuando en ese contexto dijo:

“He sido ordenado luchar contra esta gente hasta que digan: ‘La ilaha ill-Allah’, entonces si ellos lo dicen sus vidas y sus propiedades son protegidas por su derecho, y su juicio corresponde sólo a Alá”. (Al-Bujari y Muslim)

Y cuando los musulmanes fueron traicionados por los judíos luego de que ellos rompieran el tratado y hubieran ayudado a los politeístas en su guerra, Alá  ordenó luchar contra ellos también, diciendo:

“Y cuando sepas de la traición de un pueblo [con el que hayas realizado un pacto de cese de hostilidades], hazles saber que rompes el pacto igual que ellos. Por cierto que Alá no ama a los traidores.” (8:58) Luchar contra ellos se volvió obligatorio hasta que ellos ofrecieron el impuesto de yiziah y los musulmanes estuvieran a salvo del peligro que representaban.

De manera similar, el Profeta  no empezó las hostilidades con los árabes cristianos. Shaik al-Islam Ibn Taimiah dijo: “El Profeta no luchó en contra de ninguno de las tribus cristianas hasta después de que  envió sus Mensajeros, luego del tratado de Hudaibiiah, a todos los gobernantes, invitándolos al Islam. Él los envió a César, Cosroes, al-Muqawqas, an-Nayashi y a los gobernantes árabes al este y al norte. Algunos de ellos entraron al Islam, pero los cristianos de Siria deliberadamente mataron algunos de sus dignitarios quienes habían acogido el Islam. Entonces, esos cristianos fueron los que comenzaron las agresiones en contra de los musulmanes matando a aquellos de su pueblo que habían aceptado el Islam en una actitud tiránica y opresora. De otra forma, el Profeta habría enviado sus Mensajeros a invitar a la gente al Islam voluntariamente. Él  nunca obligó a nadie a aceptar el Islam.” 

De esta forma, las batallas del Mensajero  de Alá estuvieron basadas en los siguientes principios:

. Los politeístas de Quraish eran considerados combatientes enemigos debido a que ellos iniciaron la agresión.

Los judíos traicionaron un pacto y se aliaron a los politeístas.

Los judíos y los cristianos que cometieron agresión fueron combatidos hasta que aceptaron un tratado de paz y no agresión, y entregaron el yiziah.

 

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