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Los Derechos del Esposo
Los Derechos del Esposo
1 – Su rol de liderazgo. El esposo tiene el derecho de ser el líder del hogar. Sin embargo, no tiene derecho a ser un tirano. Tiene derecho a implementar lo que considere mejor para los asuntos de la familia. Dios dijo:
“Los hombres están a cargo de las mujeres debido a la preferencia que Dios ha tenido con ellos, y deben mantenerlas con sus bienes” (Corán 4:34).
Esto es así porque generalmente los hombres son más racionales en la toma de decisiones, en contraste con las mujeres, que son más emocionales. Pero el esposo debe consultar los asuntos familiares con su esposa y considerar su punto de vista.
2 – La esposa debe obedecer a su esposo tanto como él no le ordene algo que implique un pecado.
3 – La esposa no debe rechazar a su esposo cuando éste la invita al lecho marital. El Profeta dijo:
“Si un hombre llama a su esposa a la cama y ella rehúsa, y él pasa la noche enfadado, los ángeles imprecarán en su contra hasta que llegue la aurora” (Muslim).
4 – La esposa no debe cargar a su esposo con demandas que él no pueda cumplir. Ella debe ser afecta a complacerlo y cumplir con lo que él le pida siempre que pueda. El Profeta dijo:
“Si yo le tuviera que ordenar a una persona que se postre ante otra, le ordenaría a la mujer que se postrara ante su esposo” (at-Tirmidhi).
5 – La mujer debe proteger y resguardar los bienes de su esposo, sus hijos y su honor. El Profeta dijo:
“La mejor de las mujeres es aquella que cuando la ves, complace tu mirada, cuando le pides algo, lo cumple, y cuando no estás presente cuida tus secretos y protege tus bienes” (An-Nasá’i).
6 – La mujer no debe dejar la casa si su esposo no está de acuerdo, y no debe permitir la entrada a nadie que a él le desagrade. El Profeta dijo:
“Ciertamente, ustedes tienen derechos sobre sus esposas y ellas tienen derechos sobre ustedes. Su derecho sobre ellas es que no permitan la entrada a sus casas a aquella gente que a ustedes les desagrada. Y ciertamente, el derecho de ellas sobre ustedes es que las vistan y las alimenten decentemente acorde a la situación” (Ibn Máyah).
Los primeros musulmanes solían implementar estas instrucciones. ‘Awf bint Muhlim ash-Shaibani le dio este consejo a su hija en su noche de bodas:
“Hija mía, has partido de tu hogar en el que naciste y del nido en el que te criaste, para ir con un hombre que no conoces completamente y con un compañero al que aún no estás familiarizada. Por lo tanto, sé su servidora, y él será tu servidor. Observa con él diez cualidades, y él será un tesoro para ti: complacencia, obediencia, cuida tu belleza y perfúmate siempre, respeta los tiempos en que duerme y come, cuida de su dinero e hijos, abstenerte de desobedecerle, y guarda sus secretos. No muestres satisfacción cuando él está preocupado, ni te muestres apenada cuando él está contento”.