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Reverenciarlo durante su vida y luego de su muerte
Esto está entre los derechos que muchas personas han descuidado. En el Corán, Alá dijo:
“Por cierto que te enviamos [¡Oh, Muhámmad!] como testigo [de la unicidad divina], albriciador y amonestador. Creed en Alá y en Su Mensajero, asistidle y honradle [al Profeta], y glorificad a Alá por la mañana y la tarde.”
(48:8-9)
El sabio Ibn Sa`di explicó: “Asistir y honrar al Mensajero r significa reverenciarlo, tenerlo en estima y cumplir sus derechos debido a la gran deuda de gratitud que tenemos con él”.
Los compañeros del Profeta r solían honrarlo, respetarlo y tenerlo en gran estima, tanto que cuando él r hablaba ellos lo oían atentamente, como si pájaros estuvieran parados sobres sus cabezas. Ya que Alá había revelado:
“¡Oh, creyentes! No levantéis vuestras voces sobre la voz del Profeta, y no habléis con él del mismo modo que habláis entre vosotros, pues vuestras obras se malograrán sin que os deis cuenta”.
(49:2)
Abu Bakr t dijo: “Por Alá, no te hablaré luego de esto excepto sino como si fuera en secreto”.
La forma de respetarlo luego de su muerte, es siguiendo su Sunnah, por consideración a sus órdenes, por aceptación de sus mandatos, por cortesía hacia sus enseñanzas, no dando prioridad a ninguna opinión o escuela de pensamiento sobre sus enseñanzas. El Imám Shafi`i dijo: “Todos los eruditos musulmanes concuerdan en que quien haya entendido la Sunnah del Mensajero e de Alá no le es permitido abandonarla por la opinión de otra persona”.