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Alá ﷺ protege a Su Profeta ﷺ
Alá le dijo a Su Profeta ﷺ:
“¡Oh, Mensajero! Transmite lo que te ha sido revelado por tu Señor. Si no lo haces, no habrás comunicado Su Mensaje. Alá te protegerá de los hombres. Alá no guía a los incrédulos”.
(5:67)
Ibn Kazir comentó, “Esto significa: ‘Lleva Mi Mensaje y Yo te protegeré, te apoyaré y te ayudaré contra tus enemigos. Yo te daré la victoria sobre ellos, entonces no temas y no te lamentes. Ninguno de ellos será capaz de hacerte daño.’ Antes de la revelación de este verso el Profeta ﷺ solía estar custodiado por hombres.”
Abu Hurairah t narró que Abu Yahl dijo:
“¿Será el rostro de Muhámmad ﷺ empolvado por algunos de entre ustedes?” Alguien dijo: “Si.” El dijo: “Por al-Laat y al-`Uzza, si yo lo veo [postrándose], me pararé en su cuello y frotaré su rostro en el polvo.” Pero cuando el Profeta r llegó a orar, y él se aproximó para hacer lo que había dicho, lo vieron retroceder protegiéndose con las manos. Sus amigos le preguntaron: “¿Qué te sucedió?” Él dijo: “¡Entre él y yo había un abismo de fuego, algo terrible y alas!” El Mensajero de Alá r dijo: “Si él se hubiera acercado más a mí los ángeles le hubieran arrancado los miembros uno a uno.”
(Muslim)
Ibn `Abbas t narró que Abu Yahl había dicho:
“Si veo a Muhámmad ﷺ orando en la Ka`bah, me pararé sobre su cuello.” Cuando el Profeta ﷺ oyó acerca de esto dijo: “Si él hubiera hecho eso los ángeles lo hubieran atrapado.”
(Al-Bujari)
Yabir ibn `Abdullah t narró que el Mensajero de Alá r estaba en una batalla cuando una apertura fue vista en la filas Musulmanas. Un hombre llamado Ghawraz ibn al-Hariz se aproximó hasta que estuvo parado frente al Mensajero de Alá ﷺ y dijo: “¿Quién puede salvarte de mi?” El Profeta ﷺ dijo: “Alá.” La espada se cayó de su mano y el Profeta ﷺ la tomó y dijo: “¿Ahora quién puede salvarte de mí?” El dijo: “Sé el mejor.” El Profeta ﷺ dijo: “Atestigua que no hay dios excepto Alá y que soy el Mensajero de Alá.” El hombre contestó: “No, pero te prometo que no lucharé contra ti, ni estaré aliado con ningún pueblo que luche en contra tuya.” Entonces el Profeta lo dejó ir, y este hombre dijo a los suyos: “Acabo de estar con la mejor de las personas.” (Al-Hakim, quien lo graduó como sahih)
Anas t narró que había un hombre cristiano que entró al Islam y solía recitar Surahs Al-Baqarah y Aali `Imraan y fue escriba del Profeta r. Luego volvió al Cristianismo y dijo: “Muhámmad no sabe excepto lo que yo escribí para él.” Entonces Alá causó que muriera y fue enterrado. Pero para la mañana siguiente la tierra lo había expulsado. Ellos dijeron, “Esto fue hecho por Muhámmad y sus compañeros; debido a que él los dejó, entonces ellos lo desenterraron”. Entonces le cavaron otra tumba, haciéndola más profunda, pero para la mañana la tierra lo había expulsado. Ellos dijeron:
“Esto fue hecho por Muhámmad y sus compañeros; debido a que él los dejó.” Entonces ellos le cavaron otra tumba secreta, haciéndola tan profunda como pudieron”. Pero para la mañana la tierra lo había expulsado. Ellos supieron que esto no había sido hecho por humanos, y entonces lo dejaron.
(Al-Bujari)
Adicionalmente a esto, Alá I protegió a Su Profeta r cuando lo salvo de un intento de asesinato que Quraish estaba planeando por la noche. Ellos había acordado que un hombre fuerte y joven fuera escogido de cada tribu, cada uno con una espada filosa, y que atacarían al Mensajero r todos juntos. De esta forma, su sangre estaría en las manos de todas las tribus y su clan no sería capaz de luchar contra todos los árabes. Pero Gabriel fue donde el Mensajero de Alá ﷺ y lo informó del plan de los politeístas, le dijo que no durmiera en su cama esa noche, y que Alá I le había dado permiso de emigrar.
Y Alá U protegió a Su Profeta r de Suraqah ibn Malik durante su viaje en la Hiyrah. Y lo protegió en la cueva, cuando Abu Bakr le dijo:
“Oh Mensajero de Alá, si uno de ellos mirara a sus pies él nos vería.” Pero Muhámmad le replicó: “Abu Bakr, ¿qué piensas acerca de dos cuyo tercero es Alá?”
(Al-Bujari)
Ibn Kazir dijo: “Alá protegió a Su Mensajero r de la gente de La Meca: los influyentes que lo envidiaban y que arrogantemente se oponían a él con la mayor animosidad y el mayor odio, haciéndole la guerra día y noche. Él fue protegido por medios que Alá I creó con su gran poder y sabiduría. Alá lo protegió al principio de su misión a través de su tío, Abu Talib, quien era un prominente e influyente líder de Quraish y en cuyo corazón Alá creó un amor natural por el Mensajero de Alá ﷺ. Si él hubiera aceptado el Islam; los incrédulos se hubieran envalentonado en contra de él, pero debido a que él se mantuvo como uno de ellos, lo estimaban y lo respetaban. Luego de la muerte de Abu Talib, el Profeta ﷺ sufrió de abusos brevemente, pero luego Alá U le envió a los Ansar, quienes acogieron el Islam, juraron lealtad y lo albergaron en su ciudad, Medina. Y cuando Muhámmad ﷺ llegó, ellos lo protegieron de sus enemigos. Cuando los politeístas, judíos o cristianos intentaba hacerle daño, Alá U planeaba por su parte y frustraba sus planes.