La influencia de la ausencia del amado en sus compañeros

1-Omar ibn Al Khattab (Al Faruk), que Dios esté complacido con él: 

Cuando Omar escuchó la noticia salió de su conciencia diciendo: “Hombres: Entre los hipócritas hay quienes pretenden afirmar que el Mensajero de Allah ha muerto, ¡por Allah, que no es así! Se ha dirigido a su Señor como lo hizo Musa Ibn Imrán (el Profeta Moisés, quien se ausentó de su pueblo cuarenta días y luego regresó tras hablar con su Señor). Por Allah que regresará, y cortará las manos y las piernas de quienes dicen que ha muerto”.

2-Abu Bakr As-Siddiq, que Dios esté complacido con él:

 Vino de su casa montando un caballo, se bajó y sin hablar a la gente, entró a la mezquita y se dirigió hacia el Mensajero de Dios que estaba cubierto con un manto de seda negra, descubrió su rostro, lo besó y le dijo: ¡Tú! Por quien habría ofrecido como pago para rescatarte, a mi padre y a mi madre, fuiste bueno en la vida y también en la muerte. Por cierto que la muerte que Allah había escrito para ti, se ha cumplido”. Luego salió hacia la mezquita – mientras Omar continuaba hablando a la gente- y le dijo: “Siéntate Omar”, Omar rechazó sentarse, la gente lo dejaron y se dirigieron a Abu Bakr.

Abu Bakr exclamó: “Quien de vosotros adoraba a Muhammad, pues Muhammad se ha muerto y quien adoraba a Dios, pues Dios es el Viviente que no morirá jamás.

Recitando a continuación la siguiente aleya:

Dios el Altísimo dice

(Muhammad no es sino un Enviado, y muchos enviados han muerto antes que él; él morirá al igual que los que lo precedieron y será parte del pasado como los demás lo son ahora ¿Acaso si muere o es asesinado os volveréis sobre vuestros pasos hacia la incredulidad? Aquellos que, después de ser creyentes, vuelvan a la incredulidad, no dañan en nada a Dios; al contrario, se dañan a sí mismos al exponerse al castigo. Dios recompensará a los que sean firmes en su Islam y agradezcan Su gracia)]